Vitoria - No hay descanso. Todavía queda mucho que curiosear, leer, comprar... Hay a quien le cuesta más de una ida y vuelta decidirse. Los reclamos son muchos, igual que las temáticas, formatos, estilos, precios... Pero es lo bueno de propuestas de calidad y trayectoria como ésta, que son capaces de poner en aprietos incluso hasta el lector más perezoso. Eso sí, no hay que dormirse en los laureles porque la Feria del Libro Antiguo y Viejo entra hoy en su recta final. Y ya se sabe que hay cosas que es mejor no dejar para mañana. El domingo, las librerías participantes en el veterano encuentro recogerán sus pertenencias y volverán a las paredes de sus establecimientos.
Para algunas el camino de vuelta no será muy largo. Es el caso de El Cafetal y Sekhmet, que el resto del año siguen desarrollando su destacada labor en la capital alavesa. Para otras, sin embargo, el regreso llevará algo más de tiempo. Les sucederá a Asilo del Libro, Torres de Valencia, Prim (Valencia), Prólogo (Huesca), García Prieto (Madrid), Maxtor (Valladolid) y La Ela (Barcelona). La teoría dice que, eso sí, su vuelta será con menos equipaje del que trajeron. Será un buen indicativo de que la feria, organizada por la Asociación de Libreros de Viejo de Euskadi Libris, ha resultado provechosa, a pesar de las crisis económica, de los cambios en los hábitos de lectura, de...
Como en los últimos tiempos, libreros, libros y lectores se encuentran en la Plaza de Correos, donde los puestos están abiertos de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 21.00 horas. Da igual si hace mucho calor, si llueve o lo que toque en esta época estival, las palabras escritas esperan para que cualquier persona pueda perderse entre ellas. Son miles los títulos que se agolpan en estanterías y cajas. Y si no se encuentra justo lo que se busca, no hay más que preguntar a cualquiera de los libreros, y tal vez iniciar una entretenida y larga conversación, que es algo que suele suceder en esta cita, que cuenta con la colaboración de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.
Son muchas las personas que acuden desde fuera del territorio para asomarse a estos puestos. Hace doce meses, de hecho, el porcentaje llegó al 17%, lectores procedentes de las provincias limítrofes que saben bien, después de tantos años, que aquí pueden dejarse llevar y aconsejar con tranquilidad. Así viene pasando desde el pasado 28 de junio, cuando se abrieron las puertas de una propuesta que no deja de ser también una reivindicación del valor del papel y la letra.