elegancia y feminidad al servicio de la mujer son la señas de identidad de Pilar Dalbat y Lexdeux, firmas que trabajan con tesón para conseguir prendas bellas, de buen gusto. Carlota Barrera, que trabaja con esas mismas coordenadas, apuesta por una sastrería “más divertida”. La primera jornada de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid comenzó ayer con las propuestas para la próxima temporada primavera-verano 2020 de Pilar Dalbat en los Jardines de Cecilio Rodríguez, y ha vuelto a utilizar el espacio del desfile como elemento creativo para desarrollar una colección “luminosa”.
“Es una colección de un jardín dentro de un jardín, en pleno corazón de la ciudad, donde predominan los verdes clorofila y esmeralda”, ha dicho antes del desfile a Efe Dalbat, aunque tampoco faltan los rosas, blancos y el negro, tan habitual en sus prendas.
Pilar Dalbat traslada a algunas de sus piezas un delicado trabajo de papiroflexia para otorgarles volumen y exquisitos bordados con el dibujo del pavo real, similares al maquillaje con el que desfilan las modelos en brazos y cuello. Diseños que confecciona en organza de seda, crepés, neopreno y “tafetas para confeccionar las siluetas más estructuradas”, donde tampoco faltan los cortes “campana”, el “baby doll”, sin que parezcan siluetas “especialmente encorsetadas”. El punto burbuja es una de sus apuestas fuertes, que convive junto a la tecnonapa metalizada en plata, azul y verde.
Después, en el Centro de Diseño de Matadero, Lexdeux presentó una colección “fresca y práctica”, en la que se ha visto buen patronaje y buena costura. Todas las prendas con siluetas sesenteras están inspiradas en la arquitectura racionalista de Mies van der Rohe. El diseñador eligió para abrir el desfile un conjunto de rejilla adornado con piezas de acetato de colores azules, rosas, rojo, verde eucalipto “muy tamizado” y un estampado floral.
Camisas ceñidas y muy feminizadas, que se alejan de los modelos de aire masculino que hasta ahora había trabajado, Juanma Capón, a los mandos de Lexdeux, firma que nació en 2014 y que ahora cuenta con el mecenazgo de Aruca Fernández-Vega, esposa del artista y empresario Emilio Aragón. “Me siento arropado y bien respaldado por esta familia”, dijo el diseñador quien también cuenta con la colaboración de Maca Aragón, hija de este matrimonio, encargada de crear la imagen de marca. “Quiero apostar por la comodidad”, argumentó este diseñador que empezó a trabajar en el taller de Ángel Schlesser y siempre ha destacado por su excelencia.
El último desfile de la mañana fue el de Carlota Barrera, ganadora del último premio de moda, Who’s On Next, quien ha investigado el estilo de vida y la estética de los ‘70. “En aquellos primeros sesenta, durante el franquismo, España tenía olor a cerrado, mientras en otros países de europa había una evolución cultural y musical muy importante”, dijo antes del desfile.
Con esa percepción ha realizado una colección para hombre en la que ha plasmado elementos visuales de aquella España antigua como estampados hechos con los dibujos del suelo de terrazo. Además ha incluido tapetes de ganchillo para crear tops a partir de ellos, cuadros de Vichy que reinventa “jugando a saltar los cuadros”, o cestas de mimbre transformadas en bolsos de cuero trenzado. Una propuesta en la que la sastrería está muy presente, pero “haciendo de lo sobrio algo divertido”, explicó Barrera, quien adopta el blanco roto, el rojo teja, “ya marca de la casa”, y el negro para dotarlas de color.
Barrera considera que sus propuestas no son arriesgadas. “No arriesgan los que se deciden por diseños menos clásicos, ni creo que se rompan estereotipos por ello. - Efe