El mundo del arte ha sido históricamente refugio y ecosistema de la comunidad LGTBQI+. Desde la reivindicaciones políticas de los 70 hasta las nuevas miradas sobre los afectos de la actualidad, el arte es una de las mejores herramientas para mostrar y reivindicar el Orgullo. Este pasado de semana, coincidiendo con el comienzo oficial de las celebraciones del Orgullo en el mundo, dos exposiciones en el Museo Reina Sofía de Madrid, la de David Wojnarowicz (1954-1992) y la de Henrik Olesen (1967, Dinamarca), muestran cómo han evolucionado las prácticas artísticas que abordan la temática LGTBQI+.
Wojnarowicz fue un pionero en su campo, con un trabajo que denuncia la marginalidad del colectivo gay, especialmente durante la pandemia del sida en el Nueva York de los ochenta, mientras Olesen abre su mirada con una propuesta más conceptual, y presenta un archivo que pone en valor los afectos. “La irrupción de disidencias sexuales lleva mucho tiempo en el arte, aunque realmente se hizo pública como gesto político en la década de los 70”, explica a Efe Ana Longoni, directora de actividades públicas del Reina Sofía.
El museo madrileño ha preparado una amplia programación con motivo de la semana del Orgullo, con proyecciones de películas y actividades para escolares. Además, la semana pasada el museo ha desplegado una pancarta con imágenes del artista peruano Giuseppe Campuzando que reza: “Queer futures are being shaped every time we create imaginaries of living otherwise” (El futuro queer se hace cada vez que creamos imaginarios con otros modelos de vida).
En los 70, junto con la tercera ola feminista, surgió una generación de artistas que denunciaba la marginalidad del colectivo y reivindicaba un espacio social. Fue entonces cuando surgieron las primeras marchas del Orgullo. Los nuevos artista impulsan también nuevas formas de arte como el callejero -Wojnarowicz hace evocadoras pinturas con espray en edificios abandonados- y la performance. En América Latina Longoni resalta la figura del peruano Giuseppe Campuzano, que revisa la historia de su país a través de la figura del travesti, y, antes, el chileno Pedro Lemebel. En España, también con el foco en los marginados, se encuentra Dario Villalba, con sus esculturas y fotografías, que ahora se exponen en PHotoESPAÑA, o el artista multidisciplinar José Pérez Ocaña, icono de la Transición. El arte como arma reividicativa tuvo su cenit con el impacto del sida. En España, Pepe Espaliú, uno de los muchos afectados por la enfermedad como Wojnarowicz o Robert Mapplethorpe, protagonizó una conmovedora acción en 1992 en la que era llevado en brazos desde el Congreso al Reina Sofía por parejas, entre ellos Carmen Romero, diputada, escritora y entonces mujer del expresidente Felipe González.
¿Y las mujeres, dónde están las mujeres? “La artista lesbiana está más invisibilizada y es minoritaria, en el sentido de oculta. La comunidad LGTB ha salido del armario, la salida de las mujeres lesbianas es más incipiente y parcial, aunque eso está cambiando ahora”, señala Longoni. Entre las pioneras, a finales de siglo, se encuentran Claude Cahun, fotógrafa, escritora y activista, que nació como mujer pero adoptó la ambigüedad de género y convivió en pareja hasta el final de sus días con su hermanastra, Suzanne Malherbe. Su imágenes, que cuestionan la representación de la mujer en el mundo del arte, han recuperado ahora cierta relevancia, aunque durante su vida no tuvo ningún reconocimiento. En ocasiones, el arte que ponía el foco en temática lesbiana ha estado vinculada al el feminismo. “Comparten el mismo yugo del patriarcado”, argumenta la experta. En España el dúo Cabello/Carceller (Helena Cabello y Ana Carceller) ha apostado por un trabajo que explora límites en su forma y fondo, y combina, por ejemplo, feminismo con crítica postcolonial.
En las prácticas actuales, la reivindicación ha dado paso a la normalización y los límites entre géneros se pierden. El arista Henrik Olesen (1967, Dinamarca), conceptual y denso, propone varias instalaciones en su retrospectiva en el Reina. Una de ellas es un archivo muy personal, bautizado Algunos artistas gais y lesbianas significativos para la cultura homosocial nacidos entre 1300 y 1870, en el que reúne imágenes que ha recolectado durante años. Su objetivo no es tanto reivindicar -que también-, como construir una imagen positiva y poner en valor los distintos afectos.