Vitoria - En un Azkena Rock de exclusivas y de fiesta de la música, sin duda ellos eran ayer los más esperados. Puntuales como pasa casi siempre en Mendizabala, Brian Setzer, Lee Rocker y Slim Jim Phantom hicieron acto de presencia sobre el escenario principal del recinto a las 21.45 horas para ofrecer el primer concierto de la gira mundial que les va a llevar a celebrar los 40 años desde su fundación y la publicación de un nuevo disco, trabajo que ve la luz después de que en 2004 saliera Rumble in Brixton, aunque hay que remontarse a 1993 para hablar de su anterior paso por el estudio. Así que los Stray Cats volvían a reunirse para hacer lo que mejor saben, rockabilly de altura y de mucho peso.
El concierto, de principio a fin, fue una celebración en la que los tres mostraron que cuando el talento se junta, da igual el paso del tiempo, porque parece que no ha habido ningún paréntesis y que la última actuación conjunta fue antes de ayer mismo. El público, por supuesto, bailó, disfrutó y cantó, incluso entre quienes, como es normal en un evento de este tipo, no estaban allí precisamente por ellos.
En una noche más fresca de lo que debiera para ser estas fechas, el calor estuvo sobre las tablas. Es verdad, y eso pasa en todos los arranques de cualquier tour, que hubo algún pequeño detalle a limar, cosas que con el paso de las actuaciones se irán dejando a un lado. Pero frente a eso, hubo frescura, incluso cierto aire de inocencia de los principios, más allá de que, y esto los norteamericanos lo saben hacer muy bien, el show cumplió de principio a fin. La profesionalidad de tres músicos que tienen mucho recorrido detrás se notó y mucho, así como la complicidad entre ellos, para componer una actuación sólida en la que dejarse llevar por su último y muy reciente álbum, 40, y por temas de otros momentos de su recorrido musical.
En la hora y media que rondó la actuación, con la noche ya dominando el recinto, Setzer, Rocker y Slim Jim demostraron que, en realidad, esto de la música sólo depende de dos variables: actitud y aptitud. A partir de ahí, fueron cayendo temas nuevos como Cat Fight (Over A Dog Like Me) y clásicos de la banda para regocijo de muchos y cierto desdén de unos pocos.