Vitoria - “Es muy difícil quedarme únicamente con 18 discos, hay muchísimos más...”. De hecho, cita a Love, Hüsker Dü, Sonic Youth, Led Zeppelin, Pink Floyd, Tom Waits, The Clash, Dead Boys, The Runaways, New York Dolls, Janis Joplin, Jimi Hendrix, Dead Kennedys, Motörhead, The Damned, Captain Beefheart, The Velvet Underground, Cream, Muddy Waters, Ry Cooder, The Jayhawks, The Kinks, The Gun Club... Aún así, Alfonso Santiago, máximo responsable del Azkena Rock Festival y de la promotora Last Tour, acepta la invitación de DNA para elegir esos 18 discos que, a su juicio, son indispensables tener a mano cuando uno, como el certamen vitoriano este año, llega a su decimoctavo cumpleaños, esa cifra que la sociedad asocia con la mayoría de edad y la madurez. “No están todos los que son, pero sí son todos los que están”. Pase y lean. - C,G, / Foto: J.M.

‘The Rise and Fall of Ziggy Stardust and The Spiders from Mars’ (1972). Sin lugar a dudas el mejor trabajo del músico y uno de los mejores discos en la historia del rock. Bowie ya no sólo se conforma con acariciar los ambientes y las geometrías siderales, sino que ahonda también en el personaje de esta suerte de novela musical, Ziggy Stardust, que se convirtió en su propio alter ego, encarnándolo durante años en cada presentación con The Spiders from Mars, nombre que recibió la banda que acompañó al inglés desde 1970 a mediados de 1973.

‘Who’s next’ (1971). La banda de mi juventud, es un disco extraordinario en el que, por primera vez, la energía de la mejor banda en directo de la historia del rock se trasladaba al estudio. Un disco increíble de principio a fin.

‘Are We Not Men? We Are Devo!’ (1978). Su debut es uno de los más complejos de la época y con un humor enfermo, creó sencillos hilarantes, sádicos y diferentes. Fueron de los pioneros de la new wave.

‘Marquee Moon’ (1977). Television fue una de esas bandas cuya revisión de los valores centrales del rock trajo algo monumental a la mesa. El sonido de Marquee Moon es directo, limpio y punk.

‘Sticky Fingers’ (1971). Fue el primer trabajo sin Brian Jones, fundador del grupo, que fue sustituido por un gran guitarrista como Mick Taylor. Nuevo sonido Stone, el más reconocible de su carrera, el más rockero.

‘Junkyard’ (1982). Todo en los australianos The Birthday Party estaba desorbitado. La imaginería creada por Nick Cave arrumbada por unas letras que contenían mucho de blasfemia, sadismo o brutalidad, les convirtieron en auténticos outsiders, unos tipos peligrosos que dominaban el ruido como pocos. Todo ello estallaría meses después como una explosión desintegradora.

‘Songs The Lord Taught Us’ (1980). Primer trabajo de la banda producido por el gran Alex Chilton. Un compendio de rock’n’roll en el que se fusionan a partes iguales surf, garage, punk, rockabilly, serie B... y una estética muy personal.

‘Ragged glory’ (1990). Mi disco preferido del canadiense, después de unos años difíciles con algún que otro disco desconcertante, se une nuevamente a Crazy Horse para firmar esta joya, antesala de lo que se nos avecinaría en los 90 (Pearl Jam, Pixies, Alice IN Chains, ...).

‘Anti Todo’ (1986). Eskorbuto es el exceso y la provocación en todos los sentidos. Por muy antisistema que se presenten algunas bandas punk en la actualidad, nadie como ellos representan la decadencia nihilista de dicho movimiento cultural. La banda punk más importante de la historia de este país.

‘Paranoid’ (1970). Probablemente, sin Black Sabbath no conoceríamos el punk, ni el rock duro y, sobre todo, el metal. Paranoid marca un antes y un después en la historia de la música. Es un producto de su época, aunque paradójicamente en su época, nada sonaba así.

‘Radio City’ (1974). Soy fan de absolutamente todo lo que hizo Alex Chilton, todos los discos de Big Star son obras maestras, pero quizá éste es el más luminoso: las voces, las guitarras, las canciones... Es una de las influencias principales de bandas como The Replacements o Teenage Fanclub.

‘Wildflowers’ (1994). Me quedaría con unos cuantos discos de Tom Petty, pero creo que éste es el mejor compendio de estilos, melodías y composiciones que llegó a editar.

‘Rocket To Russia’ (1977). Me quedaría con muchísimos discos de los Ramones, su sonido y energía son únicos. Éste contiene algunas de las mejores canciones de la banda.

‘Horses’ (1975). El disco es una descarga rockera que en ocasiones roza lo punk combinado con las excelentes letras de Patti Smith. Una de las asignaturas pendientes del festival, lo intentamos todos los años y esperamos verla algún año de estos por Mendizabala.

‘Raw Power’ (1973). Los tres primeros discos son increíbles, pero éste es mi preferido, absolutamente crudo y poderoso oyéndose, incluso, más completo que los anteriores. El apocalipsis se siente desde el minuto uno con los acordes gigantes de Search and Destroy, uno de mis temas de cabecera.

‘Here’s Little Richard’ (1957). Little Richard es otra figura clave para entender la transición del blues al rock and roll, ya que aunque el instrumento protagonista es el piano y no la guitarra, la energía, vitalidad y espíritu juvenil que desprenden sus canciones son elementos esenciales que marcaron el nacimiento de una nueva música: el rock.

‘At Folsom Prison’ (1968). Un álbum cargado de mitología y no exento de calidad. Con un público formado por internos con el cual Johnny se sentía totalmente identificado, siendo capaz de interpretar incluso un tema compuesto por uno de los presos. El mejor directo de la historia.

‘Damaged’ (1981). Uno de los primeros discos, o quizá el primer disco de hardcore. Desprende toda la fuerza y la rabia de unos jóvenes contrarios a los políticas de Ronald Reagan.