madrid - El dramaturgo madrileño Juan Mayorga afirma que el silencio “puede ser valiente o cobarde” y “oportuno o impertinente”, pero en todo caso necesario para “escucharnos unos a otros” y para “recordar o pensar”.
Para el dramaturgo y director de teatro, que ocupa la silla M de la Real Academia Española, vacante desde el fallecimiento de Carlos Bousoño, el 24 de octubre de 2015, el silencio también es “un fenómeno en nuestras vidas”.
Sobre la palabra silencio girará su discurso de ingreso en Academia, en todas sus acepciones y también como fenómeno, al considerarla decisiva en el teatro, tanto si es pronunciada por un personaje como si aparece como apunte para que nadie diga nada, ha apuntado.
“Hay de algún modo un drama en el silencio, que puede ser valiente y puede ser cobarde, oportuno o impertinente, y en todo caso lo necesitamos para escucharnos unos a otros, e incluso para recordar o pensar”, afirma Mayorga (Madrid, 1965).
El dramaturgo asegura sobre su proceso creativo que intenta hacer “un trabajo que tenga valor para la gente” y a su vez le haga “feliz”. Sin embargo, reconoce que tiene más dudas sobre lo que hace como director que como dramaturgo, dado que esto último lo lleva “intentando” desde hace más tiempo.
“Escribir me hace feliz pero también me ayuda cuando no escribo, porque me ayuda a fijarme en cosas en las que quizás no me fijaría, sobre todo en relación a las acciones humanas”, reflexiona.
Actualmente, Mayorga está trabajando “poco a poco” en dos textos que llevarán por título La colección, sobre la pasión por el coleccionismo, y La gran cacería, que surge de un reciente viaje a Sicilia. - Efe