casi a mitad de la primavera, vuelve el invierno. Un invierno que apenas se ha dejado notar en Euskadi, pero que en la madrugada del domingo al lunes arreciará en el panorama televisivo vasco e internacional con el inicio de la octava y última temporada de Juego de tronos. Han transcurrido prácticamente 600 días de espera; un año, siete meses y quince lunas desde que se emitiera el último capítulo de la séptima temporada y cayera el Muro a manos del Rey de la Noche. La tempestad se cierne sobre Poniente. Al otro lado, la poderosa Daenerys Targaryen, Madre de Dragones, le hará frente junto al ¿rey? Jon Nieve. Y maquinando, siempre maquinando, la ambiciosa reina Cersei en el sur. La pregunta es tan sencilla como trascendental: ¿Quién se alzará con el Trono de Hierro tras las siete horas de metraje que restan? Esta serie de fantasía de HBO, basada en la saga de libros Canción de hielo y fuego del escritor George R. R. Martin, se ha convertido en un fenómeno de masas desde su estreno en 2011. El hype generado por el estreno de su última temporada es algo que no se veía desde el final de Perdidos en 2010. Solo se puede adelantar que el elenco está satisfecho con el resultado.
A este éxito Euskadi también ha aportado su granito de arena. Barrika, San Juan de Gaztelugatxe y Zumaia se convirtieron durante la séptima temporada en Rocadragón, la ancestral fortaleza de los Targaryen y donde Daenerys desembarca después de seis temporadas preparándose para arribar a Poniente. Asimismo, varios vascos también participaron como extras y escoltaron a la Reina Dragón a su paso por las costas vizcainas y guipuzcoanas en la piel de inmaculados y dothrakis. Y aunque en la actualidad en estas tres localizaciones ya no hay ni dragones ni personajes de televisión, el turismo todavía se hace notar.
Más allá de la propia historia, no es exagerado decir que esta superproducción de HBO ha revolucionado las dimensiones y la forma de hacer y entender los productos televisivos por entregas. Su elevado presupuesto -solo la octava temporada ha costado alrededor de 75 millones de dólares- es prueba ineludible de la apuesta que inició por la pequeña pantalla y los 47 emmys que se ha ganado en siete años atestiguan una calidad que nada tiene que envidiar a las producciones de la gran pantalla. De hecho, Juego de tronos es la serie más premiada de la historia.
Pero la octava temporada, si es que es posible, promete más. Más en muchos aspectos. Y en este sentido, los amantes de la fantasía épica están de suerte porque la dirección de la serie asegura que han rodado la batalla más apoteósica de la historia. Las cifras ya apuntan alto: 55 noches consecutivas de grabación en tres localizaciones diferentes. Ni la Batalla de los Bastardos ni la del Campo de Fuego están a la altura. Y esto es mucho decir, pero afirman que supera a la Batalla de los Campos de Pelennor e incluso a la Batalla del Abismo de Helm, ambas de El Señor de los Anillos.
Visto lo visto, y sin apostar por ninguna de las múltiples teorías del fandom, hay tres a cosas casi seguras. La primera, que habrá menos espacio para la concupiscencia. Puede parecer secundario, pero uno de los primeros aspectos que se destacó de la primera temporada eran sus numerosas escenas eróticas y, aunque nunca se ha renunciado a ese toque salvaje, se ha rebajado el tono. En segundo lugar, más muertes, muchas pero que muchas más, tanto de protagonistas como de personajes secundarios y extras. ¿Por algo aparecerá la batalla más épica de la historia del cine y la televisión, no? Y en último lugar, más acción y menos intriga. Si en las primeras temporadas se tomaba su tiempo para desarrollar los intereses de cada personaje y crear intrigas y traiciones, desde que se han abandonado como base los libros Juego de tronos se ha rendido a la acción.
opciones En cuanto a asuntos más prácticos, para ver la última temporada de Juego de tronos hay dos opciones legales -porque también ostenta el honor de ser la serie más pirateada de la historia-. La primera es a través de Movistar Series, un canal que, además de en Movistar+, está disponible en otras plataformas. El capítulo se emitirá primero en versión original y una vez finalizado se podrá ver en versión doblada al castellano. La alternativa es utilizando directamente el servicio de streaming HBO España que ofrecerá la última temporada y que permite visionar bajo demanda todas las demás. A diferencia de la primera opción, se estrenarán simultáneamente tanto la versión original como la doblada al castellano.
Hace ocho años escuchamos los primeros versos de una canción que está a punto de culminar. Una oda a la fantasía épica aderezada con intrigas palaciegas. Ahora, solo quedan fuego, hielo y mucha acción. En una serie donde los giros son continuos, solo hay algo seguro: tal como reza el lema de la casa Targaryen, el final de Juego de tronos se forjará a Sangre y fuego.