madrid - Con el humor como principal arma los chicos de la revista Mongolia vuelven a cargar, o más bien “ofender”, porque así lo afirman, a todas las religiones con La biblia negra de Mongolia, una “herejía” hecha por “almas del demonio” que recomiendan “no comprar”.

“Estoy aquí para quejarme de esta herejía que han hecho estos desarrapados de Mongolia”, proclama el padre Carmelo, o más bien el humorista Darío Adanti, durante la presentación de este libro (Reservoir Books) realizado junto a Edu Galán y Fernando Rapa, todos ellos creadores de la revista satírica Mongolia. “Este libro es una gran herejía que han hecho unas almas del demonio (...) ofende a todas las religiones, incluso a los pobres budistas”, continúa pregonando Adanti, ataviado con alzacuellos, desde el púlpito de la iglesia Patólica de Leo Bassi antes de que entre en escena Galán, quien llega dando vida al imán Salil Al-Salil.

Dos personajes creados ad hoc para la ocasión y que han pedido que nadie compre esta obra, aunque si atendemos al hecho de que detrás de una doble negación hay una afirmación, el mensaje era todo lo contrario: compren esta obra porque en tiempos de crispación este libro sobre las religiones desde una óptica hilarante puede ser una suerte de bálsamo de Fierabrás.

Expertos en el humor más irreverente, los chicos de Mongolia proponen un libro plagado de estampitas de santos con los rostros de Pablo Iglesias, Santa Teresa o con un Jesucristo con las piernas de Cristiano Ronaldo; así como una nueva mirada sobre pasajes de la Biblia como la última cena.

Un momento en la vida de Jesús en la que se dirige a los apóstoles con un: “No os cortéis y pedid lo más caro de la carta, que como en nada me matan hoy pienso hacer un simpa”. “El pueblo no está preparado para todo lo real”, verbaliza el padre Carmelo en boca de Adanti. Pero no solo recibe el cristianismo, sino que se trata de una obra ideal también para los que renieguen del islam, el judaísmo, los adventistas del séptimo día, los testigos de Jehová, la homeopatía, las dietas macrobióticas y el yoga tántrico.

“Con este libro y el voto a Vox solo estáis creando más musulmanes radicales”, vocifera el falso imán Aldán sobre el partido de Santiago Abascal. Preguntados sobre por qué no han mencionado al líder de Vox, Santiago Abascal, en el libro, Edu Galán ha explicado que “la Biblia negra se dedica a cosas importantes”. Además, Darío Adanti ha añadido que quizá no le hayan incluido porque “en el fondo” quieren que gane la derecha en las próximas elecciones para que se venda más “sátira”. Eso sí, el volumen está repleto de credos también dan protagonismo a los “nuevos prayers” como Jomeini, o a nuevos bañadores para la mujer musulmana: un “burkini estampado de bikini” con el que decirle “adiós a la presión social”. “Las religiones no hay que respetarlas, hay que ponerlas en entredicho a través del humor”, reclama Aldán, para quien al contrario de la frase de Marx, “el opio no es la religión del pueblo, es algo más placentero”.

En este repaso por la actualidad y el pasado de las religiones también hay tiempo para ampliar la cultura a través de un diccionario en el que nos explican que los ángeles son “el círculo íntimo de Dios padre, aquellos que tienen permiso para entrar a sus juergas privadas”.

El cofundador de Mongolia, Darío Adanti afirmó que cuando gana la derecha en España es “cuando más se vende la sátira”. “Los de Mongolia en el fondo están deseando un Gobierno de derechas en España porque es cuando más se vende la sátira. Cuando gana la izquierda, la gente no quiere comprar sátira”.

“Creemos que la gente de Mongolia tiene manía a la religión. Se les ha escuchado decir que en realidad están en contra del pensamiento mágico, que se ha quedado desfasado en el siglo XXI y que es más una torpeza que nos lleva hacia el pasado que algo que nos brinde un futuro”, subrayó Adanti.

Por ello, con este libro buscan, según ha añadido, “poner en entredicho las religiones a través del humor”. Sobre si el libro se presentará en lugares como el Vaticano o Tánger, Galán ha precisado que no porque “estos personajes -en referencia a ellos mismos- son humoristas porque son cobardes”. “Si no fueran cobardes no serían humoristas, serían soldados. Ni han aparecido hoy por aquí, estarán durmiendo”, bromearon. - Efe/E.P.