madrid - El académico José María Merino, quien coordina junto a Álex Grijelmo el libro Más de 555 millones podemos leer este libro sin traducción (Taurus), ha asegurado que “no se puede pedir el lenguaje inclusivo para el habla diaria”.
Con el informe sobre el lenguaje inclusivo encargado por el Gobierno a la RAE ya terminado y pendiente de aprobación de la academia -previsiblemente, en un pleno antes de finalizar enero-, Merino señalaba ayer que todavía no conoce el contenido de dicho documento.
No obstante, pese a considerarse “una persona feminista, aunque no la más radical”, considera que “no hay tanto que cambiar en la Constitución española”. “Pedir lenguaje inclusivo para el habla diaria continua no se puede practicar. He oído a personas ser inclusivas durante cuatro minutos y luego pasar al lenguaje normal”, ironizó.
Más de 555 millones podemos leer este libro sin traducción nace con la idea tanto de Merino como del propio Grijelmo de analizar “cómo es posible que haya tan poca conciencia del valor” de la lengua española. A través de textos de expertos, se analiza desde la perspectiva económica del español como de la influencia en otros países, su variedad o la presencia en la enseñanza. “En España hay cierta visión demasiado doméstica de lo que somos, no hay una conciencia de nuestro valor universal. Y me parece algo dramático e incluso masoquista”, lamentó.
falta de apoyo al español El académico achaca a un “desconocimiento tremendo” de los políticos esa falta de apoyo al idioma español, poniendo como ejemplo la iniciativa de hace un año de hacer del español parte de la Marca España. “Eso fue una falta de sensibilidad política. ¿Pero de qué me está hablando usted? El español es una lengua panhispánica, cargada de contenidos de otras lenguas americanas, y no es marca España”, criticó.
Merino también usó otro ejemplo reciente para demostrar la “confusión” que existe con el español y su relación con América Latina: los subtítulos de la película Roma. “Yo cuando era niño veía las películas de Cantinflas y me moría de risa. Cambiar los subtítulos es una estupidez total: si alguien no sabe que el borde es la orilla, debería hacérselo ver”, ironizó.
La invasión de los anglicismos en el idioma español es otro de los asuntos que preocupan al académico. “Esto ya me parece de un papanatismo absoluto. Aquí soy radical: si esa palabra tiene sinónimos que se dicen en español, hay que utilizar esas palabras”, defendió, tras recordar que en España han crecido este tipo de términos.
Preguntado sobre el futuro del español, Merino se mostró optimista. “Hay ciudades como Nueva York donde ya son bilingües con el español, el espanglish ha desaparecido. Los emigrantes hispanos se han dado cuenta de que es una oportunidad y les reconcilia con su memoria. Esto me indica que el español desde luego tiende a crecer y no a decrecer”, concluyó. - E.P.