Vitoria - No hace mucho de su última visita a la capital alavesa en el marco del festival Midnight Boogie Weekend. En aquella ocasión, eso sí, Julián Maeso hizo gala de su faceta más didáctica para encontrarse con niños de entre 6 y 12 años con los que compartió un taller sobre música que estuvo al completo. Fue una nueva oportunidad para disfrutar con uno de los creadores más importantes e interesantes de la escena estatal, dentro y fuera del rock, un intérprete y compositor que siempre ha dejado buenas muestras de su calidad, desde la presentación hace ya unos años en el Gora de su proyecto en solitario hasta el Azkena Rock Festival pasando por Helldorado o la sala Jimmy Jazz.
Esta vez, sin embargo, Maeso va a sorprender a más de uno. El pasado diciembre cerró en Madrid la gira de dos años que ha llevado a cabo con su último disco, Somewhere Somehow, aunque eso no quiere decir que el instrumentista y compositor esté parado, sino que se está dando algún que otro capricho a compartir con el público, como hizo hace unos días con el proyecto Los Indomables de la Sagra. Hoy, en formato de cuarteto, el creador toledano se sale de su zona más conocida para tomar parte en el ciclo Ondas de Jazz, aunque tampoco debería sorprender mucho su presencia en la propuesta de Jazzargia como tal vez podría parecer en un principio. Todo lo contrario.
Como es habitual, la cita con los espectadores se producirá a las 19.00 horas en el aula magna del Conservatorio Jesús Guridi, siendo el acceso gratuito, aunque cabe recordar que por primera vez, en esta décimo tercera edición es necesario retirar invitación de manera previa. A buen seguro, el aforo se quedará pequeño, uniéndose tanto los habituales de Ondas como los seguidores de Maeso para vivir una audición en la que, como siempre, se favorecerá el contacto entre asistentes y músicos.
Para la ocasión, se ha preparado un repertorio especial y no sería descartable que se pudieran escuchar algunos temas nuevos de Maeso, un hombre más que acostumbrado también a hablar sobre la música, a explicar y desarrollar su faz más didáctica. Así lo hace de manera habitual, también fuera de las fronteras estatales, un camino que en los últimos años, por ejemplo, le ha llevado a tierras africanas, una experiencia que él mismo ha explicado que le ha cambiado muchas percepciones sobre la vida. Al fin y al cabo, todo suma para construir una senda que hoy vuelve a Vitoria.