Vitoria - El camino se inició en 2015 y después de itinerar por diferentes puntos tanto de dentro como de fuera de Euskal Herria, ahora toca poner el punto final, algo que va a tener a la capital alavesa como escenario protagonista. De hecho, Soka, miradas a la danza vasca se inauguró ayer en Oihaneder Euskararen Etxea, donde permanecerá hasta el próximo 3 de marzo. Después “algunos materiales nos servirán para acudir a Montreal en verano, puesto que nos han invitado a tomar parte en un evento muy importante sobre la danza”, explica Pantxoa Etchegoin, director del Instituto Cultural Vasco-Euskal Kultur Erakundea (EKE), la entidad responsable de esta muestra.

“Nos dirigimos a todo tipo de públicos, también a aquellas personas que puedan tener intereses más específicos” ya que la propuesta se compone de una larga lista de ilustraciones, archivos audiovisuales, fotografías, documentos... que miran a las danzas vascas desde diferentes perspectivas: la relación con la vida cotidiana, su vinculación con la creación contemporánea, su evolución, la formación de las nuevas generaciones... La información se puede consultar tanto en euskera como en castellano, inglés y francés, y en algunos casos va a pedir a los asistentes de su intervención a través de pantallas táctiles, por ejemplo. “En principio, en 45 minutos podrías verla de manera más o menos completa, pero si quieres profundizar en todo, de tres horas no bajas”, sonríe Etchegoin.

No en vano, este amplio trabajo toma como referencia no sólo a los siete herrialdes, sino también a la diáspora, queriendo ofrecer una visión lo más enriquecedora posible del pasado y presente de una cultura que quiere continuar desarrollándose en el futuro. “La transmisión a las nuevas generaciones es algo fundamental”.

Para completar la muestra, que Oihaneder enmarca en la cuarta edición del ciclo Ilunabarrean dantzan, se han organizado dos actividades. El 6 de febrero, el antropólogo y dantzari Oier Araolaza ofrecerá una visita guiada. Dos semanas más tarde, el 22 de febrero, estará de vuelta con Gari Otamendi. Juntos ofrecerán la conferencia bailada Korrotik pikutara: Euskal dantzaren historia bat dantzaren bidez kontatua.

Biarritz, Baiona, Maule, Bordele, Pau, Donostia, Zarautz, Getxo, Iruña y Bilbao han sido los lugares por los que la muestra ha pasado hasta ahora, antes de cerrar su senda aquí, en lo que es la primera colaboración de EKE con Oihaneder, aunque ambas partes tienen toda la intención de que la relación no se quede aquí. “Que una exposición creada en Iparralde finalice su trayecto en Gasteiz es, en cierto modo, símbolo de la valiosa colaboración más allá de las mugas”, comenta Etchegoin. Ahora es el turno del público, de quien debe dar el paso para sumergirse en este recorrido por “una disciplina que está muy enraizada en nuestra cultura”, según el gestor cultural de Oihaneder, Iker Durana.