Como bien describe Jon Bagüés, director del Archivo Vasco de la Música Eresbil, “el uso de las melodías preservadas por la tradición oral tiene una larga tradición en el País Vasco”, conociendo nuevas vidas a lo largo de los siglos XIX y XX gracias a las adaptaciones a dúos de piano y voz, masas corales, bandas de música, cuartetos de cuerda... hasta llegar a las orquestas. Ahora, en esta primera parte del XXI, inspirados por las Diez Melodías Vascas del compositor gasteiztarra Jesús Guridi pero, sobre todo, tomando como referencia la labor de recopilación patrimonial llevada a cabo por Resurrección María de Azkue, la Gasteiz Big Band y la Banda Municipal de Txistularis de Gasteiz dan continuidad a la tradición con la publicación del disco Melodías vascas 10.1.

“Nos hemos atrevido a dar continuidad al trabajo de Azkue, hemos vuelto a su material original para llevar a cabo este proyecto”, describe Jimmy Bidaurreta, director de la Gasteiz Big Band que se ha multiplicado en este álbum para hacerse cargo también de los arreglos, la dirección musical, la producción y para ponerse al piano en varios temas. Con todo, “lo más complicado ha sido llevar a cabo una planificación tan a largo plazo puesto que llevamos dos años para hacer esto realidad y eso requiere constancia”, apunta, mientras Roberto Álvarez, director de la Banda de Txistularis y responsable de la Academia de Folklore, recuerda que ambas partes empezar a hablar sobre la posibilidad de afrontar una apuesta de este tipo hace, más o menos, una década.

“Puede que la Banda de Txistularis y la Gasteiz Big Band podamos parecer antagónicas en nuestras propuestas musicales pero no es la primera vez que colaboramos”, recuerda Álvarez, quien asegura que los txistularis “hemos estado encantados de tocar en este lenguaje”, en esa mezcla, como explica Bidaurreta, entre tradición y jazz. “Tenemos ADN folklórico”, sabiendo ir “hacia adelante y hacia atrás” para dar forma y fondo a este álbum.

Sant urbanen bezpera, Alabatua y Neure maitia son algunas de las melodías que se van dando la mano en un trabajo en el que la Gasteiz Big Band y la Banda de Txistularis han volcado no sólo la experiencia que da sus respectivas trayectorias, sino también esas marcas de la casa que caracterizan sus propuestas. Ingredientes para redondear un trabajo que en breve estará a la venta en los circuitos habituales, aunque el próximo día 27 ya se podrá adquirir durante su presentación oficial en directo, un concierto que tendrá lugar en el Principal.

La actuación se enmarca dentro de la presente edición del Aitzina Folk por lo que se ha decidido que también lo que se obtenga con la compra de CD ese día se destinará a la labor benéfica del certamen, es decir, la investigación de la ataxia telangiectasia. “En 2017 ya me dijeron en qué estaban trabajando y si nos interesaría acoger la presentación en el Aitzina. Por supuesto. Estamos hablando de melodías de nuestro pueblo tocadas por músicos de nuestro pueblo”, subraya Patxi Villén, director del evento. Quienes quieran acudir al concierto, que arrancará a las 20.30 horas, todavía tienen entradas a la venta por 18 y 15 euros.