El patrimonio arquitectónico y urbanístico, la creación artística y el espacio público. Todo ello unido por el uso de la luz. A grandes rasgos, sobre estas bases se asienta la propuesta que realizará el primer Umbra Light Festival del 21 al 23 de febrero de 2019, un certamen que se plasmará en una quincena de intervenciones en otros tantos puntos de la capital alavesa, esculturas de luz de gran formato y proyecciones diseñadas por artistas de todo el mundo en las que también intervendrán otros elementos como la música.
Con la intención de tener continuidad en el futuro y de, en esta primera entrega, ser capaz de atraer a unas 80.000 personas tanto del territorio como desde fuera, el evento contará, de manera paralela, con un programa cultural y profesional. La directora de Turismo del Gobierno Vasco, Maider Etxeberria, la diputada de Fomento del Empleo, Comercio y Turismo de la Diputación Foral de Álava, Cristina González, y el concejal de Medio Ambiente y Espacio Público del Ayuntamiento de Vitoria, Iñaki Prusilla, presentaron ayer en Artium este festival junto con Joaquín Pérez-Goicoechea, Rafael Gallego y Carlos Torrijos, directivos de la asociación cultural Argia, organizadora del evento.
En este caso, la cita se va a desarrollar bajo el lema Urbanismos de luz. Nuevos paisajes urbanos y el objetivo pasa por “dotar de una nueva perspectiva al valioso patrimonio urbano y natural de la ciudad a través de intervenciones artísticas basadas en la luz”, según explicaron desde el evento. En su intervención Etxebarria señaló el “gran tirón” turístico de estos festivales y su impacto en la economía local, y destacó el Umbra Light Festival como “un evento de calidad que va a enriquecer la oferta cultural, turística y de ocio” con una propuesta que nace “con vocación de crecer y consolidarse en el tiempo”. “Este festival va a reforzar valores clave en el desarrollo presente y futuro de Vitoria, de Álava y de Euskadi”, agregó.
Por su parte González resaltó la “excelente oportunidad” que brinda el certamen “para convertir a Vitoria y Álava en un referente cultural, tecnológico, social y ambiental”, y que “llenará las calles de la ciudad de personas en un mes, febrero, que tiene escasa actividad de visitantes”.
El evento llevará el nombre de la ciudad a una veintena de países a través de acciones de promoción a través de ILO (International Light Festival Organization), plataforma encargada de la coproducción, investigación y comunicación de festivales de iluminación, y dos publicaciones digitales especializadas con difusión en Europa e Iberoamérica.
Según explicaron los directivos de la asociación cultural Argia, la elección del término umbra para nombrar al festival y crear marca facilita su promoción internacional al ser “una palabra cuyo significado ligado a la luz (sombra) es reconocida y reconocible para más de 2.000 millones de hablantes. Este término está presente en lenguas tan dispares como el inglés, el francés, el alemán, el malayo o el noruego”. “Es un evento para todos los públicos, eminentemente, familiar, que será disfrutado por vitorianos y alaveses, y muchos visitantes de otras comunidades”.
Los festivales de iluminación son eventos culturales y tecnológicos que nacieron a finales de la década de los noventa y no ha dejado de crecer desde entonces. Hoy son decenas las ciudades de Europa, Asia, América y Oceanía que acogen cada año eventos de este tipo: Londres, Lyon, Ámsterdam, Helsinki, Eindhoven y Durham son algunos ejemplos de ciudades europeas que acumulan varias ediciones con éxito.