El Zinemaldia bajó ayer el telón hasta el próximo año con ecos al cine de Hitchcock y a las novelas de Agatha Christie, sin hacerle ascos al cine más gamberro y comercial de Hollywood. El director Drew Goddard, curtido en series de televisión, presentó en Donostia su segundo trabajo, Malos tiempos en el Royale, junto a uno de sus numerosas estrellas del reparto, Chris Hemsworth, que acudió al festival únicamente para asistir a la gala de clausura. “Me gusta trabajar con él. Tiene muchos matices, pero siempre está salvando el mundo en sus películas y no se ven. Quería que hiciese de malo y explorase un nuevo territorio”, afirmó Goddard, quien ya rodó con el Thor de Marvel en su primera película, la terrorífica Cabin in the woods. Para esta, el norteamericano quería “explorar los crímenes del thriller” y se inspiró en las novelas de Christie y en los filmes de Hitchcock, encerrando a siete personajes en un hotel de mala muerte, El Royale. El cineasta seleccionó “arquetipos de personajes americanos, entre los que se encuentran el cura, el drogadicto y el negro”, y los enfrentó en un espacio sin salida. Así, junto a Hemsworth aparecen en el filme Jeff Bridges, Dakota Johnson y Jon Hamm, pero son la cantante Cynthia Erivo y el casi debutante Lewis Pullman los que sobresalen en la cinta.

“La película va sobre la violencia y cómo esta tiene un eco a través del tiempo. Todos son víctimas de una violencia que han sufrido en el pasado”, apuntó Goddard. El único personaje que no arrastra una violencia física es el de Erivo, una cantante de negra de soul, pero “sufre una violencia peor”. “Ella tiene la violencia racista, que es peor que un golpe o una patada”, afirmó el director.

El Royale es prácticamente un personaje más en el filme, construido a través de “historiales reales en hoteles” y “un cierto aire de vouyerismo”. “Pensé mucho en el tema de las escuchas de J. Edgar Hoover y en cómo accedió a colocarlas en cualquier motel de carretera para que no se le escapara nada”, explicó.

salto desde la televisión Con su anterior película, Goddard homenajeó al cine de terror, quitándose de este manera una espina personal. “Solo había hecho televisión y quise dar el salto”, relató el director, quien para el guion repitió con Joss Whedon, con quien ya trabajó en Buffy, la cazavampiros. “Lo bueno de la televisión es que cada semana estás escribiendo algo completamente diferente”, apuntó el cineasta, quien también ha firmado los guiones de varios capítulos de la serie Perdidos y de la película Marte.