donostia- Basque Selfie es el primer largometraje de ficción de Joaquín Calderón, de ahí su enorme satisfacción al ser elegido para competir por el premio Zinemira con esta historia “tan bonita y tan real”. Durante el Zinemaldia ha habido hasta cuatro pases en los que se ha exhibido esta película protagonizada por el líder del grupo Korrontzi Folk Agus Barandiaran. El trikitilari, embajador de la música y la danza tradicional vasca por todo el mundo, se enfrenta a su peor pesadilla: la demolición de su baserri de 1540 para dar paso a una nueva carretera. Ante esta situación, deberá luchar para proteger sus raíces.

Se trata de una historia triste, pero edificante, en la que el tema central es la tradición, el respeto a nuestros mayores y la pelea para de mantener vivos los signos de la propia identidad frente a las ansias de poder y de dinero. Estos son algunos de los asuntos que quiso plasmar Calderón este trabajo en el que también hace “un guiño” al director iraní Abbas Kiarostami, “el maestro que más me ha marcado”. “En el taller que realicé con él en Barcelona trabajamos sobre el mar, mi corto sucedía en un espigón y en Basque Selfie una de las escenas que más me gusta también sucede en un espigón; es mi pequeño homenaje”, agrega , que insiste en que también ha querido “aplicar sus enseñanzas” a aspectos como la interpretación de los personajes.

un elenco “para comérselo” En su filme, “están todos los actores para comérselos; no me extrañaría si Agus recibe algún premio como actor revelación”. Colaborar con él “ha sido sencillamente maravilloso”, continúa el realizador navarro, que alaba la labor del resto de actores y de actrices. “Ha sido un gesto de generosidad ponerse en mis manos, que soy un recién llegado”. Sin duda, que Itziar Aizpuru “me diga que ha disfrutado mucho y que se ha sentido dirigida como nunca supone muchísimo para mi autoestima y para mi seguridad como director”. Itziar Ituño, por su parte, “es un amor”.

El paso por el Zinemaldia será una oportunidad para “sorprender y mostrar mi forma de entender el séptimo arte, que es particular”. Y, quién sabe, quizá para conseguir financiación para dos ambiciosos proyectos, “o para que algún productor me ofrezca dirigir otro trabajo”. Sobre la trayectoria de Basque Selfie, “espero que vaya bien, que estemos en otros festivales y en salas, televisiones y plataformas... Porque esta historia merece ser vista”, termina Calderón.