Vitoria - Aunque todavía le queda alguna cita pendiente de la campaña estival, la Banda Municipal de Música de Gasteiz arranca mañana la segunda temporada de abono de su centenaria historia. Lo hace uniendo sus partituras con el movimiento de la bailaora gasteiztarra La Pulga dentro de un recital bautizado como Fuego en referencia a la personalidad y efervescencia artística y personal de Askoa Etxebarrieta Lasheras. “Ella es arte puro. Tiene una capacidad de comunicar increíble”, apunta Iker Olazábal, director adjunto de la formación.
El Principal, que está a escasos días de asistir a la puesta en marcha de una nueva edición del Festival Internacional de Teatro de Vitoria y que el próximo 18 de diciembre soplará las cien velas de su cumpleaños, será el punto de encuentro con el público a partir de las 20.00 horas. No muchas, pero todavía quedan algunas entradas a la venta para este primer concierto de la temporada, pases que se pueden conseguir por 3 euros cada una. Quienes ya tienen su butaca asegurada son todas aquellas personas que, siguiendo el sistema de abonos impulsado el curso anterior, han vuelto a confiar en las propuestas que desde mañana la Banda propondrá en el escenario de la calle San Prudencio hasta la próxima primavera. “Hemos conseguidos unos números muy similares con respecto a la campaña anterior”, describe Olazábal sobre unas cifras que sirven para constatar que la apuesta está consiguiendo el respaldo del público.
Para seguir en ese camino, la agrupación se deja atrapar este miércoles por Manuel de Falla (El sombrero de 3 picos y El amor brujo, piezas en las que también actuará como invitada la mezzosoprano Marta Velasco), Óscar Navarro, (Hispania), José Susi (Andalucía suite), Pascual Piqueras (De Cai), sin olvidar el homenaje que se hará a Camarón y Federico García Lorca de la mano de La leyenda del tiempo. Además, habrá una sorpresa especial para el público, un tema que no aparece en el programa y del que no se han querido dar detalles, aunque conociendo el ánimo de varios de los componentes de la Banda a salirse de sus papeles tradicionales cuando hay invitados presentes (no sería la primera vez que se convierten en actores o bailarines en un concierto), cabe esperar de todo.
“Para mí, todo esto es un lujo y una experiencia increíble. Está suponiendo un trabajo muy intenso, también un aprendizaje”, asegura La Pulga. “Cuando te juntas a ensayar con tus músicos o con otros intérpretes de flamenco, hay pocas partituras, hay una comunicación directa, lugar para la improvisación. En este caso, es diferente. Aquí sí hay partituras, pero todo está fluyendo muy bien, está siendo algo especial y diferente que estoy disfrutando muchísimo”.
De hecho, la sintonía entre la bailaora y la formación ha sido “diferente” desde el primer ensayo. “Ha sido un trabajo de tú a tú, una labor de artistas queriendo compartir. La fuerza que tiene Askoa nos ha contagiado a todos. Es una verdadera artista, una persona de la que, ante todo, destacaría su energía”, remarca el director adjunto de la Banda. Eso sí, sólo habrá una posibilidad de ver el resultado de esta colaboración, una cita única que se producirá mañana.