Vitoria - La sala Jimmy Jazz va a albergar, a partir de las 21.00 horas, el primero de los conciertos de fin de gira del disco Agua, pan, amor y vino, de Miguel Campello Chatarrero. Y es que el cantante y compositor de la banda El Bicho no ha querido perder la oportunidad que le brindaba el escenario de la gasteiztarra calle Coronación para reencontrarse con su público, “al que no visitaba desde hace muchos años”, reconoce. Luego proseguirá la despedida de su cuarto trabajo en solitario por Córdoba (20 de octubre), Valencia (10 de noviembre), Barcelona (8 de diciembre) y, finalmente, Madrid (15 de diciembre).
Su actuación en la capital alavesa -a la que acudirá acompañado por los guitarristas Eduardo Pacheco y Ohad Levy, el bajista Carlos Guillén, el trompetista Pepe Andreu y el flautista Juan Carlos Aracil, más Luis Fernández a la batería- le hace especial ilusión, porque “sabemos que hay mucho público en el Norte amante de nuestra música, y esperamos poder reunirlos a todos”, apunta.
Ésta no es la primera visita del artista ilicitano a Vitoria-Gasteiz. “Tengo muy marcada mi experiencia tocando a la entrada del Festival de Jazz para sacar el dinero con el que adquirir mi entrada; aunque luego también actué con El Bicho, y recuerdo que el público es maravilloso. Hay mucho espíritu rockero, a parte de amantes del flamenco, que es lo que yo hago. Un mestizaje de flamenco, rock, fusión, rumba, jazz? El norte y el sur son necesarios el uno con el otro”, subraya.
Por lo que respecta al concierto del sábado promete ser muy especial, porque Campello quiere cerrar este capítulo, que ha marcado dos años de su vida, “con directos inolvidables para dar las gracias al público chatarrero por estar siempre ahí y disfrutar con mi música y canciones”, explica. En este sentido, el repertorio irá más allá del preparado setlist y “habrá alguna que otra improvisación”, adelanta. De ahí lo de que va a ser especial, “aunque todos los conciertos lo son, por el mero hecho de que alguien ha pagado una entrada por la ilusión de verte actuar”, subraya.
En concreto, Agua, pan, amor y vino fue lanzado en octubre de 2016 y produci?do por el propio Miguel Campello, junto a Guillermo Quero. Un ingeniero de sonido, que se encargó de las mezclas y masterización del disco, y que también ha trabajado para músicos de la talla de Jorge Drexler, Amaral, Alex Ferreira, Juan Perro, Mecano, Chambao, Björk, U2, o el propio El Bicho. El trabajo, al igual que su creador, es imposible de clasificar en un sólo estilo, ya que fusiona desde flamenco, rock, rumba, jazz o ritmos chill out, hasta hip hop, y todo ello sin perder su sello de identidad. No en vano, Campello es un artista multidisciplinar que, además de componer e interpretar, tiene una inquietud por la pintura que le lleva a hacer cuadros o crear el dibujo que da vida al libreto del disco.
En éste, asimismo, se encuentran temas que van desde la intensa melancolía de No llora mi pez o los sueños llenos de dudas de Radio Chatarrera, hasta una búsqueda constante de la libertad en Navegando o una revisión muy personal del rap en Poeta de la furgoneta. Con todo, uno de sus muchos puntos álgidos lo da Danza en el aire, pues cuenta con la colaboración de lujo de La Mari, de Chambao.
Trabajo para fin de año En definitiva, un trabajo completo que realza la creatividad y pasión en la composición e interpretación de Campello. Historias que van de lo más amplio a lo más minúsculo: del sol, los planetas, la luna y las estrellas, de la primavera, los pájaros, los peces, las flores, las ramas y hojas de los árboles. Canciones sobre el amor y el desamor envueltas en paisajes y naturaleza. De la cotidianeidad hecha poesía o de las Ganas de vivir, como reza otro de sus temas. En resumen, de la vida. De sus complicaciones y de las cosas más sencillas. En cuanto al regreso de El Bicho -banda que decidió darse un descanso, tras diez años de carretera y cuatro discos que la han convertido en uno de los grupos de culto de flamenco-rock de la última década-, Campello lo ve como algo a largo plazo. “Es muy complicado por cosas naturales de la vida. No vale que a uno le apetezca ir a la playa, tiene que ser cosa de todos y, de momento, cada uno está a gusto en su parcela”, explica.
Otra cosa muy distinta es su carrera en solitario de la cual, avanza, “antes del año que viene se lanzará al mercado un audio-libro, recopilando letras mías de todos los tiempos, con 18 temas de los que cinco son canciones de nueva creación. Se trata de un trabajo de guitarras, voz y percusión, con músicos colaboradores tales como Víctor Hiniesta, Paco Soto, Ohad Levy y Eduardo Pacheco, con el que tiene la intención de realizar una nueva gira de conciertos por todo el Estado. Eso sí, “será algo más tranquilo, por teatros y en formato acústico”, sentencia.