BILBAO. La muestra, titulada "De Van Gogh a Picasso. El legado Thannhauser", exhibe desde mañana y hasta la primavera de 2019 cerca de medio centenar de obras de la colección particular del coleccionista alemán Justín K. Thannhauser y su esposa Hilde que donó en 1965 a Solomon Guggenheim y que constituye los "cimientos" de los fondos artísticos que atesora la fundación neoyorquina.
La comisaria de la muestra, Megan Fontanella, del Museo Guggenheim Nueva York, ha destacado en su presentación que se trata de la primera vez que sale de Nueva York una selección tan extensa de esta colección, compuesta por casi 90 piezas, dadas las restricciones que pusieron los donantes para que viajasen fuera de Estados Unidos.
Aunque en el otoño/invierno de 2001 una treintena de estas piezas ya se expusieron en el Museo Guggenheim Bilbao, en esta ocasión acoge la selección de obras de la colección más completa que ha salido nunca del Museo neoyorquino.
Ello ha sido posible, según ha explicado hoy el director del Guggenheim Bilbao, Juan Ignacio Vidarte, en la presentación de la muestra, gracias al acuerdo de renovación del convenio de colaboración entre el centro bilbaino y el neoyorquino, suscrito en 2014, y al empeño personal del director de la Fundación Solomon Guggenheim, Richard Amnstrong, en que la muestra de estos fondos formase parte de dicho acuerdo.
De la relevancia del préstamo que ha hecho la Fundación Solomon Guggenheim al museo bilbaíno para esta exposición da idea el hecho de que el centro neoyorquino habitualmente sólo exhibe una treintena de las casi 90 piezas que conforman dicho legado del matrimonio de coleccionistas alemanes.
La exposición, patrocinada por la Fundación BBVA, abarca casi un siglo del arte de vanguardia europeo al iniciarse con la obra de Pierre Auguste Renoir titulada "Mujer con periquito", de 1871, y concluir con el cuadro de Picasso "Langosta y gato", de 1965.
Entre medias, se exponen obras de los grandes genios impresionistas y post-impresionistas franceses como el citado Renoir, Eduard Manet, Paul Cezanne, Edgar Degas, Henri Mattise, Paul Gauguin y Henri Rousseau y el belga Georges Braque.
Se completa con tres piezas del también belga Vincent Van Gogh, entre ellas, una completamente restaurada para su exhibición en Bilbao, la titulada "El viaducto", de 1887, y el pequeño óleo "Paisaje nevado", de 1888, que pidió la primera dama de los Estados Unidos, Melania Trump, para tenerlo en la Casa Blanca y que le fue negado dado que tenía que mostrarse en Bilbao.
La exposición dedica también una sala completa a exhibir al público una veintena de obras del español Pablo Picasso, el número de piezas más extenso que se ha traído a Bilbao de las pertenecientes a la Colección Thannhauser.
Entre ellas, figuran dos piezas relevantes del pintor español que ya estuvieron en Bilbao en ocasiones anteriores, como son el famoso "El molino de la Galette", la primera obra que pintó Picasso nada más llegar a París en 1900, y "La mujer del pelo amarillo", de 1931
La comisaria de la muestra, Megan Fontanella, ha destacado, además de estos cuadros, el que pintó el autor malagueño en 1928 titulado "El pájaro", en el que se aprecia ya el cambio de estilo en el pintor español hacia la abstracción y el que cierra la exposición, "Langosta y gato", de 1965.
La muestra del Guggenheim Bilbao, que permanecerá 6 meses en las salas de su tercera planta hasta el 24 de marzo de 2019, también exhibe una restaurada obra relevante de Edouard Manet, la titulada "Mujer con vestido a rayas", de la que se ha cambiado hasta el nombre del cuadro, bautizado como "Mujer con vestido de noche", tras realizar un exhaustivo trabajo de investigación.
Tras consultar con especialistas en la moda parisina de la época, ha señalado la comisaria, se llegó a la conclusión que el vestido que luce la modelo no es un conjunto de noche, sino de tarde o para recibir en casa, por lo que se ha cambiado el título del cuadro.
Este trabajo ha descubierto también que este óleo fue recortado en sus extremos para facilitar su venta, con lo que se perdió gran parte de la mesa sobre la que se apoya la mujer retratada, de la que también se ha podido descartar que fuese una actriz francesa de la época como se barajaba en estudios anteriores aunque sigue sin saberse quién fue la modelo.