Barcelona - El historiador y profesor emérito de la Universidad Pompeu Fabra Josep Fontana, considerado un “maestro de historiadores”, un hombre siempre comprometido y un referente indiscutible de la historiografía contemporánea, falleció ayer en Barcelona a los 86 años.

Principal difusor en España de la historiografía marxista británica, nada más conocerse su deceso, antiguos discípulos, colegas, representantes del sector de la cultura y también de la política han lamentado su desaparición y han recordado sus numerosos estudios, con obras de referencia como Por el bien del Imperio. Una historia del mundo desde 1945.

Nacido en la capital catalana el 20 de noviembre de 1931, hijo de un librero, cursó el bachillerato en los Escolapios, de donde fue expulsado por “impío”, y se licenció en Filosofía y Letras, rama de Historia, en la Universidad de Barcelona en 1956, donde, posteriormente, se doctoró en 1970 defendiendo la tesis La quiebra de la monarquía absoluta 1814-1820, bajo la dirección de Fabià Estapé.

Discípulo de Ferran Soldevila, Jaume Vicens Vives y Pierre Vilar, fue assistant lecturer en la Universidad de Liverpool (Inglaterra) en el curso 1956-1957 y ayudante de Vicens Vives y Jordi Nadal en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Barcelona hasta la expulsión colectiva de profesores por motivos políticos en el año 1966.

En su larga trayectoria docente, ocupó la cátedra de Historia Económica de las universidades de Valencia (1974-1976) y de la Autónoma de Barcelona (1976-1991), de donde fue decano y vicerrector. En el año 1991 recaló en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, donde ostentaba la condición de profesor emérito y donde dirigió desde esa fecha y hasta 2002 el Instituto Universitario de Historia Jaume Vicens Vives. A esta universidad donó su biblioteca particular, un fondo que supera los 37.000 documentos de temática variada.

La crisis del Antiguo Régimen (1808-1832), Europa ante el espejo; Historia: análisis del pasado y proyecto social; La historia después del fin de la historia, La història dels homes; Aturar el temps; La construcció de la identitat, De en medio del tiempo, Introducción al estudio de la historia y La época del liberalismo son algunas de sus obras más destacadas.

Trabajó sobre los modelos de transición del antiguo régimen al capitalismo y se centró en estudiar la formación del mercado peninsular, las revoluciones de 1820 y 1868 en España y Cataluña y, especialmente, las relaciones entre las finanzas públicas y el desarrollo económico, sin olvidar la Transición española. Algunos de los autores que le influyeron fueron EP Thompson, EJ Hosbawm, Antonio Gramsci y George Rudé. Su última obra fue el monumental ensayo El siglo de la revolución (Crítica), publicado en 2017.

Antifranquista, militante del PSUC hasta principios de los años ochenta, cerró en 2015 la lista de Barcelona en Comú al Ayuntamiento de Barcelona, que encabezaba Ada Colau, quien ayer le calificó de “hombre bueno” y de “maestro, pensador lúcido, hombre comprometido y generoso”.

Fue distinguido con la Cruz de Sant Jordi en 2006 y también con el Premio Nacional a la Trayectoria Profesional y Artística en 2007. Además, el próximo mes de septiembre el Ayuntamiento de Barcelona le iba a entregar la Medalla de Oro de la ciudad por su trayectoria durante la Transición, la lucha contra el franquismo y el relato de los movimientos obreros. Asimismo, era doctor honoris causa por diversas universidades como la Nacional de Comahue de Argentina (en sus investigaciones también prestó una atención especial a América Latina), la Rovira i Virgili de Tarragona, la de Valladolid y la de Girona.

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, se ha referido a él como “una mente lúcida y un historiador de primer orden” y ha invitado a que se lea su obra. El entierro tendrá lugar mañana, a las 12.00 horas, en el tanatorio de Les Corts. - Efe

Josep Fontana. Foto: Efe