Baiona - Con entre dos y cuatro actuaciones semanales, Michel Etcheverry es uno de los artistas vascos que más representaciones ofrece hoy en día. A sus 70 años el cantante bajonavarro, cuya larga carrera musical se ha desarrollado sobre todo en francés, acaba de grabar su vigésimo octavo álbum, titulado Ezinago maitaturik, una recopilación de 10 canciones en euskera, su lengua materna. El disco marca un antes y un después en la trayectoria del artista, que no duda en calificarlo de “auténtica revolución”. Por primera vez ha trabajado con artistas del sur del Bidasoa como la cantante zarauztarra Miren Fernandez, cuya voz ocupa un lugar destacado en el disco, y los músicos Antxon Sarasua y Josean Martin que se han encargado de los arreglos.

Destaca en esta obra la presencia de letras del bertsolari zuberotarra Pierre Bordazarre, más conocido como Etxahun Iruri, por quién Michel Etcheverry siente una profunda admiración. Además de los míticos Goizian argi hastian y de Trevillen azken hitzak del propio Etxahun, encontramos otra canción del sacerdote y euskaltzale Roger Idiart, en la que rinde homenaje a Etxahun Iruri. Junto a nuevas versiones de clásicos como Prima Eijerra, Pello Joxepe, Kantuz de Mendiague o Mendian Gora de Imanol, Michel Etcheverry ha grabado la traducción al euskera, realizada por la azkaindarra Graxi Solorzano, de Maria Basco, una oración en lengua occitana que suele cantar el grupo Los de Nadau, y que ha sido traducida ya a numerosas lenguas europeas. El cantante del grupo occitano Jan de Nadau tenía claro desde hace años que tenía que ser Etcheverry quien interpretase esta canción en euskera,

“La mayoría de las canciones son baladas” explica el cantante de Heleta. “Y he tenido que adaptar mi voz para cantar en duo con Miren Fernandez. Suelo cantar con mucha fuerza pero en estos duos, a veces románticos, he tenido que bajar la intensidad para que no se escapará mi pareja, sobre todo en la canción Prima Eijerra”. relata Michel que se congratula de haber podido grabar un disco de nuevo con la editorial Agorila de Baiona. Su director Manex Meyzenc también se muestra satisfecho por este nuevo trabajo elaborado por una persona de la que destaca “la amistad, la fidelidad y su capacidad de disfrutar de la vida”.

trayectoria Nacido en 1948 en el caserío-restaurante Agerria, ubicado en la misma plaza de la localidad bajonavarra de Heleta, a un paso del emblemático monte Baigura, Michel Etcheverry ha tenido dos pasiones desde pequeño: la pelota y la canción. Su carrera como pelotari le llevó a convertirse en campeón de Francia en cuatro ocasiones y subcampeón del mundo en otras dos, en 1970 en Donostia y en 1974 en Montevideo.

El heletarra fue uno de los testigos directos de un momento histórico al ser uno de los representantes de Francia en el partido celebrado en el frontón Atano III de Donostia y durante el que Joseba Elosegi se inmoló ante Franco. Recuerda muchas anécdotas de aquella época, partidos y resultados que relata con mucha pasión, y hoy en día también sigue de cerca este deporte. A menudo acude a cantar el Angelus en el trinquete de Baiona y hace unas semanas protagonizó la inauguración del trinquete Berria de Hazparne, que ha sido totalmente renovado y en el que tiene buenos recuerdos de la época en la que estudiaba en esta localidad labortana.

Hace algo más de tres décadas, Michel Etcheverry abandonó su puesto de trabajo en un banco para dedicarse a tiempo completo a su segunda pasión: la música. Ha publicado varios discos en homenaje a Luis Mariano, al que considera su padre espiritual. Y miles de personas no se pierden sus conciertos, tanto en Iparralde como en todo el gran suroeste de Francia, América Latina o, incluso, Nueva York.

embajador del país vasco En dos ocasiones llenó la mítica sala parisina del Olympia. El 7 de octubre animará la fiesta del pastel vasco en Kanbo y pocos días más tarde cantará en los Mundiales de Pelota de Barcelona. En pocos años, se ha convertido en un auténtico embajador del País Vasco y cuenta con seguidores fieles que le siguen allá donde ofrezca un concierto. Hasta en doscientas ocasiones en algunos casos.

Un argumento suficiente para acallar las voces que critican que se limita al folklore. En privado, en cambio, son muchos los músicos que confiesan que, técnicamente, es uno de los mejores artistas vascos. Con la humildad y la cercanía que le caracterizan, Michel Etcheverry, que domina varios registros, explica su secreto: “Trabajar y ensayar permanentemente, y mostrar cariño, respeto y amor para con sus raíces y el público. De ahí Ezinago Maitaturik”.

En euskera. A sus 70 años, este antiguo pelotari acaba de grabar su vigésimo octavo álbum, una recopilación de 10 canciones en euskera, su lengua materna.

Canciones. Destaca en este disco la presencia de letras del bertsolari zuberotarra Pierre Bordazarre, más conocido como Etxahun Iruri. Junto a nuevas versiones de clásicos como ‘Prima Eijerra’, ‘Pello Joxepe’, ‘Kantuz’, de Mendiague o ‘Mendian Gora’, de Imanol, Michel Etcheverry ha grabado la traducción al euskera, realizada por la azkaindarra Graxi Solorzano, de ‘Maria Basco’, una oración en lengua occitana.