Vitoria - Pocos son los escenarios culturales que permanecen activos en la capital alavesa toda vez que pasa La Blanca. Salvo Ortzai, que sigue cada día representando en su sede de la calle Pintorería a las 20.00 horas su última producción (Sainville y Léonore del Marqués de Sade), los conciertos derivados del Festival Curso Internacional de Música de Vitoria (hoy mismo a las 19.30 horas, los profesores del mismo ofrecerán una actuación en el Conservatorio Jesús Guridi), y la programación de Titereando (esta tarde, a las 19.00 horas, Festuc Teatre llevará La habichuela mágica a la calle Fray Zacarías), pocos más alicientes ofrece la ciudad. Eso sí, entre las paredes de museos y salas de exposiciones, así como de algunos locales privados, no hay vacaciones, sino distintas muestras que poder disfrutar.
Es el caso de Artium, que además este verano está proponiendo un año más un ciclo de cine y gastronomía que sigue su curso, sin olvidar que el centro de arte contemporáneo de la calle Francia ha abierto hace poco un espacio verde en su plaza interior. En su interior son varios los puntos de atención a tener en cuenta, aunque en el caso de ARTres. El museo como deba ser hay que darse prisa puesto que esta nueva revisión de la colección cerrará sus puertas justo dentro de una semana. Ángeles Agrela, Elena Aitzkoa, Juncal Ballestín, Miriam Isasi, Iratxe Jaio & Klaas van Gorkum, Mabi Revuelta, María Ribot e Ixone Sádaba son algunas de las creadoras que forman parte de esta producción comisariada por el director del museo Daniel Castillejo (el próximo día 31, por cierto, se cierra el plazo de presentación de proyectos para sustituirle). Además, hasta el 23 de septiembre se puede acceder a Poesía Brossa, una mirada monográfica diseñada por Teresa Grandas y Pedro G. Romero a la figura de Joan Brossa (Barcelona, 1919-1998) que reúne más de 600 obras y una abundante selección de documentación. Más tiempo permanecerá (en concreto hasta el 29 de octubre) De libros y poemas, que propone, de mano de Elena Roseras (responsable de la biblioteca del museo) una aproximación a la poesía experimental y un breve repaso a su evolución a lo largo de la historia, ocupando un lugar destacado la literatura vasca.
En el caso de Montehermoso, dos son las propuestas que está acogiendo a lo largo de este verano. La primera que cerrará sus puertas -el 16 de septiembre- será la exposición de la Muestra Itinerante de Artes Visuales Ertibil 2018, organizada por la Diputación de Bizkaia. María Muriedas Díez, Izaro Ieregi, Maider Gonzalo Salceda, Raquel Asensi, María Benito Piriz, Jone Elorriaga Soto, Jon Ander García, Helena Goñi, Eztizen La Cruz, Jara Navarlaz y Matxalen Oñate Esparza son algunos de los creadores presentes. Un poco más adelante, el 23 de septiembre, también se despedirá, en este caso del antiguo Depósito de Aguas, el pintor alavés Carlos Marcote, que ofrece, a través de la labor de comisariado de Carlos Lalastra, una selección de su amplia trayectoria artística.
Dejando el Casco para adentrarse en el Ensanche, la sala Fundación Vital está dominada esta época estival por la fotografía. En concreto, por la de Alberto García-Alix a través de Dulce monstruo de juventud, que recopila sus vivencias de los últimos 25 años, sobre todo los momentos transcurridos en el Madrid de los 70 y 80.
También la imagen domina en la sala Amárica, que hasta el 23 de septiembre recibe Stage, una producción del fotógrafo taiwanés Shen Chao-Liang comisariada por Alejandro Castellote que retrata los diferentes escenarios y cantantes que conforman el cabaret de su país. A ello hay que sumar Vitoria-Gasteiz, visiones y recuerdos de una ciudad, en la que autores tanto pasados como contemporáneos de la capital alavesa se unen dentro del Archivo del Territorio Histórico de Álava.
De todas formas, hay otros espacios tanto públicos como privados que acogen muestras estas semanas. Es el caso, por ejemplo, de Dorleta Ortiz de Elguea en Zuloa y su Dialécticas del inconsciente.