Madrid - EL pintor madrileño Miguel Ángel Campano, Premio Nacional de Artes Plásticas en 1996, murió el domingo a los 70 años, según informó ayer en un tuit el Museo Reina Sofía, que le organiza el próximo año una retrospectiva.
Independiente, transgresor y experimental, Campano, que fue incinerado ayer a la tarde en el cementerio de El Escorial (Madrid), fue Premio Nacional de Artes Plásticas en 1996 y un pintor que siempre cuestionó la pintura desde dentro de la pintura.
Nacido en Madrid en 1948, estudió Arquitectura y Bellas Artes en Madrid y Valencia, y vivió a caballo entre París y Mallorca, la isla a la que estuvo vinculado desde 1980 y donde tenía estudio y casa, en Soller, a la que dejó de acudir hace unos cuatro años a causa de la pérdida de movilidad que padecía.
derrame en 1996 El artista sufrió un derrame cerebral en 1996 que le mantuvo apartado un tiempo de su actividad pictórica. Pero una vez superada la enfermedad, volvió a trabajar en algunas obras que consideró “más potentes”, según declaró antes de la inauguración de la muestra que en 1999 presentó en el Palacio Velázquez del Retiro, organizada por el Museo Reina Sofía.
Las primeras obras que él pintó, a principios de la década de los ochenta, se incluyen en las series Las vocales o Voyelles y están inspiradas en los modos del expresionismo abstracto norteamericano y en la gran tradición cultural francesa.
En la etapa siguiente, caracterizada por una voluntad más narrativa, el artista se centró en los aspectos iconográficos de las obras de Poussin y Cézanne, lo que le hizo interesarse por la naturaleza muerta y el paisaje.
El estudio de Cézanne le llevó por la ruta del pintor de Aix-en-Provence e introdujo en su obra un interés creciente por el paisaje natural a través de pequeños lienzos y acuarelas. Esta revisión de la pintura francesa le hizo presentar una exposición retrospectiva en el Instituto Valenciano de Arte Moderno, (IVAM). - Efe