Artziniega - La asociación etnográfica Artea -ente que gestiona el Museo Etnográfico de Artziniega que creó hace ya cuatro décadas- acudió el martes a una nueva reunión con el Ayuntamiento local, a fin de desenquistar el sempiterno problema que arrastra el centro expositivo: el de la financiación. Y es que llevan desde el pasado mes de febrero intentando alcanzar un acuerdo en materia de gestión del centro expositivo -“el más importante de sus características de toda Euskal Herria”- ya que el anterior convenio se firmó en 2004 y tenía una vigencia de diez años, pero hasta el momento no se ha logrado dar un paso en positivo, que garantice la apertura indefinida del espacio.
“Es lo único que exigimos, que establezcan una partida fija que asegure el servicio de guías del museo de forma indefinida, el modelo nos da igual, pero no se comprometen, y pretenden que cedamos nuestra única arma: las piezas que integran la colección del museo, sin esa garantía. Y por ahí no vamos a pasar”, explican desde Artea.
En el encuentro de esta semana, el equipo de gobierno, en manos del PNV, les trasladó su intención de crear una fundación, en la que estarían representados tanto Ayuntamiento como Artea y a la que intentarían vincular a otras entidades e instituciones superiores, de cara a dejar en sus manos la gestión integral de Artziniega Museoa. “Pretenden un cambio radical de gestión, que cedamos nuestro patrimonio a esa nueva figura, y sin explicarnos el fondo del proyecto, ni asegurarnos que el museo tendría, de esa forma, el dinero necesario para su apertura de forma indefinida”, informan.
La noticia ha caído con un jarro de agua fría sobre esta asociación. “Parece que nuestra gestión durante 40 años -no solo en la recopilación de las piezas que se exponen, sino también en la labor de recuperación realizada con los molinos de Sojoguti y La Cabrilla, o la fragua de Pedro Respaldiza en pleno centro del Casco Medieval- no ha sido buena. Ellos no pueden garantizar el dinero para el servicio de guías, que toca aumentarlo por Ley, y ¿qué quieren que lo hagamos nosotros?. Pues si no se da ese mínimo, habrá que volver a los viejos tiempos y abrir a los visitantes cuando podamos, porque el cierre no entra en nuestra agenda”, aseguran, quienes también explican que “muchos de nuestros miembros se empiezan a quemar, porque ven una absoluta falta de respeto al trabajo de tantos años” y los que se preguntan es si el objetivo es obtener beneficios “cuando ni el Guggenheim ni ningún museo que sepamos cubre gastos”, subrayan.
Por su parte, la oposición (EH Bildu y PP) está con Artea. De hecho, ya se ha manifestado -a través de un comunicado conjunto- en el que urgen y exigen al Gobierno Municipal a que agilice los contactos y conversaciones con la asociación de cara tanto a aprobar un convenio entre ambas partes, como a elaborar un pliego de condiciones que rijan el concurso de adjudicación del servicio de guías para los próximos cuatro años, de forma que en octubre esté listo para sacar a licitación, si se quiere que en enero el museo abra sus puertas con la empresa adjudicataria del contrato.
“Para este año hay dinero del Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Álava. De hecho, el Ayuntamiento lleva dos años sin aportar partida alguna al servicio de guías de este museo, con un gasto aproximado de en torno a 61.000 euros anuales, que ahora hay que aumentar por Ley, y lo único que se les pide es avalarnos para el caso de que las instituciones superiores dejaran de ayudarnos”, informan desde Artea, que no obvia que el museo se ubica en un inmueble municipal (las antiguas escuelas) del que sí se hace cargo el Consistorio en materia de gastos de agua, luz y obras de mantenimiento.
En estos momentos, Artziniega Museoa cuenta con cuatro guías, dos de ellas a media jornada, que garantizan la apertura del servicio todos los días de la semana, a excepción del domingo a la tarde y el lunes. Sobre ellas también recae la atención del punto de información turística, trasladado hace ya un tiempo al Museo Etnográfico desde el antiguo Ayuntamiento de Goikoplaza, “donde suponía un gasto añadido de en torno a 30.000 euros anuales”, recuerdan desde Artea, que también ha mantenido en las últimas semanas un encuentro con la diputada foral de Turismo, Cristina González, en torno al futuro de esta oficina “porque claro, se disuelve Aiaratur, nadie te dice nada y son las guías del museo etnográfico quienes siguen asumiendo esta labor”, inciden desde Artea.