Los Ángeles - Tras cinco años centrada en la dirección, Jodie Foster vuelve a ponerse delante de las cámaras con el thriller futurista Hotel Artemis, de estreno este viernes en España, y confiesa que la actuación le sigue apasionando. “Después de 52 años, actúo porque me encanta. Es la única razón.”, indicó Foster, cuyo último papel en el cine había sido la cinta de ciencia ficción Elysium (2013).

Entretanto, ha dirigido capítuloS de House of Cards, Orange is the New Black, Black Mirror y la película Money Monster, protagonizada por George Clooney y Luia Roberts. “No es que haya cambiado lo de ser actriz por ser directora, sino que le he dado más prioridad”, indicó Foster, quien dirigió su primera película, El pequeño Tate, a los 29 años.

Ahora, la doble ganadora del Óscar a la mejor actriz por Acusados y El silencio de los corderos escoge con cuidado sus apariciones en la gran pantalla, y no dudó en seleccionar Hotel Artemis como su siguiente aventura.

“Lo elegí porque era una transformación física, se trataba de volver al cine con un aspecto diferente a como me conoce la gente”, concedió la actriz sobre el decadente aspecto con el que aparece en la cinta. Hotel Artemis, ópera prima del británico Drew Pearce, lleva la acción a una futurista ciudad de Los Ángeles sacudida por unas violentas protestas en las que la población pide agua potable.

El filme toca temas como la desigualdad salarial, el cambio climático o los problemas del sistema de salud estadounidense, aspectos que atrajeron a la intérprete. “La película mira hacia los próximos 25 años. Son cosas que están pasando ya y que van a ir a más.”, señaló Foster. - Efe