Es en el directo, en escenarios de lo más diverso, en tablas tanto de Álava como de fuera del territorio -ayer mismo actuaron en Donostia tras pasar hace justo una semana por Bilbao- donde el camino de Last Infusion se ha ido componiendo a lo largo de los últimos tres años, tras aquel encuentro fortuito en un bar. Pero aunque la agenda del cuarteto no para, la banda gasteiztarra ve estos días cómo se hace carne su primer trabajo de estudio, un Between the lines que ya se puede encontrar tanto en formato físico como digital.

“No nos apetecía hacer un álbum de 12 o 13 temas, sino proponer al público como una especie de resumen de lo que somos, reunir la esencia de Last Infusion”, explican Javier Ortega y Nerea Abecia, quienes comparten sonidos y propuesta con Jon Aloa y Nando Ortega, aunque en el álbum también ha intervenido Claudia Morales a los coros. Esa idea y también el hecho de optimizar los recursos económicos disponibles lo más posible, les llevó el pasado mes de marzo a encerrarse tres días seguidos en los Mecca Recording Studio (Oiartzun) para registrar las seis canciones que componen el trabajo. “Fue una grabación muy cómoda y el resultado es muy fiel a nuestro sonido. Aunque estábamos en dos salas diferentes, Nerea por un lado y nosotros por otro, tocábamos al mismo tiempo y se parece mucho al directo”, recuerda Ortega.

“Nos gustaría que la gente que escuche el disco sintiera más que otra cosa, que le moviera, que le hiciera mover la cabeza, sentir un poco de groove? No es una música electrónica o un estilo super bailable, pero tampoco lo contrario. Tenemos temas más souleros, más tranquilos, y otros más R&B, bailables, incluso alguno que puede tirar hacia el indie”, señala Abecia, que además de poner su voz al servicio del grupo, se encarga también de la composición de las letras. “Son experiencias personales, sueños, conversaciones con una misma...”, sensaciones y vivencias a compartir con el oyente y cantadas tanto en castellano como en inglés. “Cada uno tenemos nuestro estilo y en este grupo buscamos la libertad total, experimentar sin estar encorsetados”, añade Ortega, quien también se ha encargado, además de su trabajo en la batería, del diseño y maquetación del álbum.

De todas formas, los conciertos no paran. Hoy mismo, de la mano de Gauekoak, Last Infusion pondrá de largo este primer disco en casa. Será a partir de las 20.00 horas cuando la banda se encontrará con el público en el exterior de La Malquerida. Será una nueva oportunidad para adentrarse en los temas grabados, en las composiciones que se quedaron fuera y en alguna novedad, puesto que la formación no para de sacar canciones nuevas. Aún así, el verano viene cargado de citas tanto dentro como fuera del territorio alavés. En Gasteiz, la próxima parada se producirá dentro del Festival de Jazz. En concreto, la actuación se producirá el 20 de julio en el Léniz. Después habrá paradas tanto en La Rioja como Burgos, para volver a su ciudad natal el 15 de septiembre con Falerina como escenario.