Madrid - Belén Rueda regresa al cine de terror con No dormirás, un asfixiante relato de la obsesión de una creadora teatral dispuesta a pagar cualquier precio por llevar a la perfección a sus actores, que descubre, una vez más, dice la actriz, la maestría estatal en ese terreno. “España es un gran exportador de películas de terror y lo somos porque somos capaces de hacer un terror muy fino en el que la verdad y lo que está en tu mente rozan siempre la línea”, afirmó Rueda en una entrevista realizada con motivo del estreno de este filme el próximo viernes.
En No dormirás, Rueda, que este verano acudirá a Vitoria para protagonizar la versión cinematográfica de El silencio de la ciudad blanca como publicó en exclusiva este periódico, es Alma Böhm una directora de teatro que somete a los actores a cuatro días de insomnio para hacer una única función y los obliga a convivir una semana en el mismo sitio donde va a ser puesta en escena. “Hay una psicosis, y un personaje más que es la propia casa donde sucede la historia que se está contando. Durante el rodaje hablamos mucho del insomnio”, explicó la actriz, a quien acompañó Natalia de Molina, una de esas actrices llevadas al límite.
Ninguna de las dos aprueban esas prácticas por conseguir un grado más en la perfección: “No se puede hacer eso porque pierdes el control -agregó Rueda-; esto es una película dentro de una película pero yo creo que un actor debe ser dueño de sus emociones y debe poder colocarlas donde quiera; es cierto que a veces trabajas después de haber ensayado mucho y te salen las cosas muy de aquí”, señaló. Para De Molina, los personajes están “constantemente al borde de la locura”. El terror psicológico se lleva fatal, dice, porque “la mente da mucho miedo; hay tantas preguntas sin respuesta”, abundó De Molina.
El director, el uruguayo Gustavo Hernández contó que se le ocurrió la idea después de pasar 48 horas sin dormir tras un rodaje muy duro. “Cuando el cuerpo no descansa, los sentidos se ponen alerta”. Diez meses más tarde, el director y Juma Frode terminaron un guion que se nutrió de investigaciones sobre el insomnio y las consecuencias de no dormir; “esas sí son aterradoras de verdad”, apuntó, y luego “las multiplicaron”. Con esas premisas, el director reconoció que No dormirás tiene los parámetros “de libro” de una película de género, incluida Belén Rueda, y por supuesto, la casa.
“Es un orfanato abandonado, muy grande, donde hacía mucho frío. Lidiamos con esa arquitectura un tanto indomable, se convirtió en un personaje más. Era un lugar sin energía. Yo soy de caminar y a veces pensaba caminando y cuando me daba cuenta de que me había alejado de todos, de verdad que pasaba miedo”, confesó. La película, dijo, “tiene su cuota de miedo pero habla del sacrificio y de la capacidad de los artistas de poner un pie en la locura y luego sacarlo”. - Efe