madrid. “En principio fue un vaso de cristal y una flor”. Así empezó Pedro Almodóvar a construir sus bodegones fotográficos, inspirados en la pintura hiperrealista de Antonio López o Isabel Quintanilla, una faceta que le “relaja” y que ahora se puede ver en la muestra que inaugura en la galería Marlborough. “Mis fotografías nacen de momentos de soledad y quietud, de instantes en los que veía cómo entraba la luz e intentaba atraparla. Entonces empezaba a poner cosas sobre la encimera de mi cocina, o en la mesa donde escribo, y veía cómo esos objetos recobraban vida”. Foto: Efe
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