- La descripción oficial dice que Zineleku es un programa en euskera para la formación, producción y exhibición audiovisual dirigido a jóvenes de 18 a 30 años de Euskal Herria interesados en el cine y las artes visuales, estudiantes de Comunicación Audiovisual, Bachillerato Artístico y Bellas Artes. Pero, como pasa en muchas cosas, casi es mejor acercarse a las palabras de quien ya ha vivido la experiencia para conocer en realidad qué es y qué puede llegar a ofrecer una iniciativa “única”, como describen Ariadna Murguialday (que tomó parte tanto en la edición de 2016 en Zarautz como en la del año pasado en Gasteiz) y Mikel Arranz (que estuvo en la de 2017).

“¿Cuántos veranos llevas pasándolos con tus amigos, haciendo lo mismo? Vete a hacer algo diferente, diviértete, abre tus campos, prueba cosas nuevas”, casi reclama Murguialday a quienes estén pensando, aunque todavía no lo tengan decidido, participar en la tercera entrega de la propuesta organizada por Kalakalab, que tendrá lugar, de nuevo, en la capital alavesa del 23 de julio al 3 de agosto. “Si la razón de alguien para no venir es que 12 días de convivencia le parecen mucho, le puedo decir que el tiempo aquí pasa volando. Y si es por dinero, le diría que se lo piense mejor porque es una experiencia única y el dinero está bien invertido”, comenta Arranz. Quienes quieran acudir, por cierto, tienen hasta el próximo día 8 para apuntarse (el coste es de 350 euros, incluyendo, entre otras muchas cuestiones, la estancia en el albergue de la Catedral Santa María).

“Desde pequeños tenemos la idea de que el cine es sólo el comercial. Es el que tenemos accesible. Pero es muy enriquecedor ver que hay otras maneras”, explica Murguialday. Ricardo del Conde, responsable de la propuesta, apunta que la intención primera de Zineleku es que quienes acudan “se sientan estimulados de una o de otra manera” y terminen los días de convivencia con la sensación de que “nos estamos formando a nivel profesional pero también humano”.

Recogiendo experiencias similares conocidas por Kalakalab en California y México, en 2016 se puso en marcha una idea a la que cada año acude una larga lista de profesionales de distintos aspectos relacionados con el audiovisual, nombres de primera línea, aunque tanto Arranz como Murguialday reconocen que más que el plantel de profesores, lo que les convenció para participar en la iniciativa sin conocerla por dentro fue el propio hecho de tomar parte en la experiencia. Una convivencia creativa y humana que los tres subrayan y que el año pasado se vio enriquecida por la participación de varios agentes culturales de Gasteiz así como de la ciudadanía en general, que acudió a determinadas proyecciones y charlas.

En este sentido, Del Conde asegura que “también nos tenemos que formar como público y a eso Zineleku quiere contribuir”, más allá de que, como dice Arranz, “a veces nos falta interés y sensibilidad”. Por eso, Murguialday asegura que uno de sus empeños es buscar los caminos “para hacer llegar a más gente este cine” alejado de los parámetros comerciales habituales.