Barcelona - Aunque amenazaba con hacerlo y, de hecho, tuvo más protagonismo que en ediciones anteriores, con cruce de declaraciones durante toda la jornada, lo cierto es que la Diada de Sant Jordi volvió a ser ayer un día dedicado al libro, a la cultura, con presencia de numerosas escritoras y escritores que se trasladaron a Barcelona para estar cerca de sus lectores.
En una jornada espléndida en lo que a la meteorología se refiere, autores, editoriales y librerías fueron los auténticos protagonistas de Sant Jordi, aunque seguidos de cerca por políticos de todos los colores, que aprovecharon para cruzarse declaraciones en torno a la situación de Catalunya, aun sin gobierno autónomo. Una manera más suave de reivindicar la situación fue la masiva presencia de rosas amarillas en los puestos, en reivindicación de la libertad para los presos del proceso soberanista. A pesar de eso, las autoras y autores se hincharon a firmar ejemplares de sus libros y a pasar unas horas junto a sus seguidores. - DNA