Hoy se celebra el Día del Libro La crisis económica y el descenso de la venta de libros siguen acechando al sector editorial, que hace frente, entre otros problemas, al aumento de costes y al cierre de librerías tradicionales. Dificultades que, en España, han supuesto la pérdida de casi 300 editores en los últimos cinco años. En el 2011, el portal CULTURAbase del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte contabilizó 3.377. En el 2017, el último año del que se tienen datos oficiales, la cifra cayó hasta los 3.079.
La mayor parte de los editores, más del 75%, edita menos de 20 libros al año. En este sentido, Miguel Jiménez, director de la Agencia ISBN (entidad encargada de recopilar los datos con los que el ministerio elabora las estadísticas) explica que, dentro de este sector, una editorial suele considerarse relevante cuando publica entre 20 y 30 libros al año, condición que solo reúne el 25% de las editoriales españolas, que copan el mercado. Tanto es así que solo el 2% de las editoriales, 46 empresas, tienen un volumen de producción superior a los 300 libros anuales. Una situación que se ha mantenido prácticamente invariable a lo largo de los años. De hecho, los editores con una capacidad igual o superior a los 300 libros anuales son quienes mejor han capeado las dificultades al ser esta franja de producción la que menos editores ha perdido. Frente a estas grandes editoriales, las pequeñas tratan de diferenciarse apostando por el mecenazgo.
La pérdida de editores también ha supuesto un descenso del número de libros publicados, según desvela el análisis de las estadísticas de la edición española de libros con ISBN (código necesario para la venta) del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. En 2017 se editó un 10% menos con respecto a seis años atrás al pasar de los 96.862 de 2011 a los 87.293 de 2017. El mayor aumento se produjo entre 2007 y 2008 porque se amplió la definición de libro para también tener en cuenta los libros editados en un soporte diferente al papel. El descenso más importante se produjo entre 2012 y 2013, con una caída del 18%. A partir de ese momento, el sector ha ido recuperándose muy lentamente. Sin embargo, los últimos datos oficiales demuestran que aún queda un amplio margen de mejora para alcanzar la cifra de 2011, el máximo histórico desde que comenzaron a elaborarse las estadísticas en el 2000.
El director de la Agencia ISBN achaca este descenso a la crisis económica: “El sector aún no se ha recuperado del todo”, sostiene. Sin embargo, aclara, este descenso tampoco debe entenderse como algo negativo en tanto y cuanto el número de libros producidos continúa siendo mayor del que está asimilando el mercado.
Evidentemente, el idioma que aglutina más publicaciones en España es el castellano; pero al margen de esta lengua, destaca el catalán que acumula tres años de aumentos y terminó el 2016 con 7.873 libros editados. Una tendencia que también ha experimentado el euskera aunque en cifras menores, pues no supera las 2.000 obras. El inglés es el tercer idioma, tras el castellano y el catalán, en el que más libros se editan. De hecho, se sitúa por encima del resto de lenguas cooficiales del Estado.
A pesar de las cada vez más numerosas voces que auguran el fin del papel, la mayoría de los libros siguen editándose en este soporte. Representa casi el 70% del total de las ediciones. Desde 2011, el crecimiento de los libros en soporte distinto a papel ha sido irregular, pero nunca ha llegado a superar el 30% del total. De momento, el papel sigue siendo el rey, pero ya no es el único formato. Desde hace años debe hacer frente a nuevos aspirantes a la corona como el epub, el mobi y el pdf. Solo este último representa más de la mitad de los libros editados en soporte no papel. - Europa Press