Vitoria - “Sé que a partir de ahora voy a sonreír más”. Daniel Castillejo anunció ayer de manera pública que, tras diez años como director de Artium, el próximo 21 de octubre dejará su puesto para volver a ser el máximo responsable de la colección permanente que custodia el museo de arte contemporáneo, abriéndose así un proceso de renovación en el centro alavés que seguirá el mismo camino emprendido hace una década tras la marcha de Javier González de Durana.

Aunque tanto el presidente de la Fundación Artium (el diputado general de Álava, Ramiro González) como la responsable del comité ejecutivo (la diputada de Euskera, Cultura y Deporte, Igone Martínez de Luna) han intentado en las últimas fechas que Castillejo cambiase de opinión y siguiese al frente del actual equipo, el artista, comisario y gestor cultural hizo oficial ayer su decisión, tras comunicársela el miércoles por la tarde a los trabajadores y ayer por la mañana al comité ejecutivo.

De esta forma, se inicia un proceso que la Diputación -la institución a la que pertenecen los fondos y que, al fin y al cabo, sostiene de manera mayoritaria los presupuestos del centro- ya tiene en marcha. Al igual que hace una década, y siguiendo el Código de Buenas Prácticas en Museos y Centros de Arte Contemporáneos, se abrirá un concurso público que, si los plazos se cumplen tal y como están previstos, publicará sus bases en el Boletín Oficial del Territorio Histórico de Álava (BOTHA) en la primera semana de junio. A partir de ahí, arrancará el camino para la presentación de candidaturas y proyectos, su defensa por parte de los interesados y la elección de la persona que el 22 de octubre de este año tiene que estar al frente de la infraestructura cultural más importante del territorio, encargada de gestionar una de las colecciones más destacadas de arte contemporáneo del Estado compuesta por más de 3.200 piezas.

De todas formas, a la espera de una comparecencia pública en la que la Diputación dará más detalles, la institución sí tiene previsto actualizar las bases del concurso realizado hace diez años e introducir algunos cambios. Todo para encontrar a alguien que, en lo personal, “sea cercano con la gente y se lo tome con más tranquilidad que yo”, mientras que en lo profesional, sea consciente de que deberá gestionar una colección “absolutamente enciclopédica”, prestando atención “a lo local, lo vasco y lo internacional” y sabiendo entender “la diversidad del arte”, según expresó Castillejo ante los medios de comunicación.

Razones A grandes rasgos, dos son los argumentos que el todavía director tiene para dejar el camino iniciado hace una década. Por un lado, que Castillejo considera que una “buena práctica” es no eternizarse en el cargo. En este sentido, apuntó que no ha sufrido presiones de ningún tipo para adoptar la decisión actual, sino más bien al contrario, también en el ámbito privado.

Por otro, y aquí es donde el máximo responsable del museo más hincapié hizo, está el desgaste físico y mental que la gestión del centro durante los diez años de crisis económica le ha supuesto. “En esta década, Artium ha perdido el 31% de su musculatura económica, y eso me ha afectado también en la musculatura personal”. La imposibilidad de poder desarrollar muchos de los proyectos que tenía en mente, de responder a los despidos que en la plantilla se han tenido que hacer (cabe recordar que, en su momento, el museo barajó la posibilidad de aplicar un ERE), los “encontronazos” con las instituciones por las cuestiones “de dinero”... se han traducido en “mucha tensión y presión” que Castillejo no quiere seguir soportando ahora que Artium, aunque “herido tras estos años”, está “en una buena posición, más o menos estable”.

“Lo definitivo para tomar esta decisión ha sido saber que hay un techo económico que es imposible de romper” a no ser que entre más dinero procedente del sector privado, algo que en estos momentos parece del todo imposible. Así las cosas, Castillejo, que en estos diez años ha conocido al frente de la Diputación tres ejecutivos con personas y partidos diferentes, reconoció que “nunca han tocado nada de la programación, nuestros desencuentros han venido por la cuestión económica”, más allá de que en la actual legislatura, el museo ha vuelto a tener presupuesto para comprar obras de arte y ha visto incrementar sus cuentas tras años de bajadas.

Así las cosas, el director del museo quiso tener palabras para los trabajadores del mismo, a quienes agradeció su compromiso y dedicación, su “pasión” para luchar contra los recortes. Además, hizo autocrítica al señalar que “he fracasado a la hora de poder llevar a cabo determinados proyectos” y señaló déficits como la imposibilidad de actuar en la práctica en su idea “de cambiar el entorno, de hacer del Anglo un eje” de la ciudad. En paralelo, Castillejo describió que “igual con el mundo artístico tampoco he estado a la altura” aunque defendió que “nunca me he encerrado”.