BILBAO. Además, la cesión incluye una treintena de fondos documentales donados en su día a Eusko Ikaskuntza por diferentes familias y organizaciones vascas. Todo este material, unas 2.000 cajas, podrá ser consultado por historiadores e investigadores en el Archivo Histórico.
El consejero de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiria, y el presidente de Eusko Ikaskuntza, Iñaki Dorronsoro, han sido los encargados de rubricar el acuerdo que hace posible esta cesión. "Eusko Ikaskuntza es una de las instituciones más importantes de nuestro país y debemos remarcar que, además, cuenta con uno de los fondos documentales más completos. Parte de estos fondos serán ahora custodiados por el Archivo Histórico de Euskadi, que añade a su fondo documental un patrimonio de un inmenso valor", ha indicado el consejero.
El material reunido por Eusko Ikaskuntza en el Centro de Documentación consta de: una biblioteca especializada de gran calidad, que consta de 8.217 libros y 2.367 números de publicaciones periódicas; una recopilación de documentación de 1936 a 1980, conservada en 175 cajas, con documentos procedentes, sobre todo, de la imprenta Casa Baroja de Donostia-San Sebastián y el diario La Voz de España; una colección de carteles y una hemeroteca, con aproximadamente 400 cajas.
Todo este patrimonio documental ha sido reunido a lo largo de las últimas cuatro décadas, desde el momento en el que Eusko Ikaskuntza impulsó el proyecto del Centro de Documentación de Historia Contemporánea.
MALTRATO DEL PATRIMONIO
"Una vez que en 1978 se reconstituyó Eusko Ikaskuntza, esta entidad comenzó a trabajar en aquellas tareas consideradas de mayor urgencia. Tras cuatro décadas de incuria cultural y de maltrato del patrimonio, nuestro país adolecía de muchas y muy graves carencias. Para impulsar el trabajo de investigación, era prioritario atender al estado de los archivos y depósitos documentales. A este tema se dedicó un Congreso de Estudios Vascos de manera monográfica", ha explicado Iñaki Dorronsoro.
Un año después, en 1979, se planteó la necesidad de crear un Centro que recopilase materiales de diversa índole relativos a la historia vasca desde la Guerra Civil. Su objetivo debía ser poner a disposición, tanto de los investigadores de la época como de quienes en el futuro se interesasen en escribir la historia de la Transición, todo el patrimonio documental considerado de interés.
Este proyecto se ubicó inicialmente en el Palacio Ramery de Hondarribia y durante años se afanó en recopilar abundante material relativo a la historia reciente de Euskadi. "Libros, periódicos, revistas, folletos, octavillas, carteles y cuanta documentación política y social fuera de interés para el estudio de la historia reciente sería objeto de acopio. El tiempo se encargaría de redimensionar esta ambiciosa empresa conforme a las posibilidades reales", ha añadido Dorronsoro.
Ahora, todo este material pasa a estar custodiado por el Archivo Histórico de Euskadi, un aspecto que el consejero Zupiria ha agradecido. "Agradecemos la confianza de Eusko Ikaskuntza en el proyecto del Archivo Histórico de Euskadi. Este edificio suma a sus extensos fondos, a partir de ahora, una importantísima referencia como es el Centro de Documentación, fundamental para aquellas personas interesadas en estudiar el convulso siglo XX en nuestro país. Buena parte de las fuentes primarias más importantes en lo que se refiere al Franquismo y la Transición se encuentra entre estos fondos que Eusko Ikaskuntza pone bajo la custodia del Archivo", ha manifestado.
EL RESTO DE FONDOS
Al margen del material vinculado al Centro de documentación, Eusko Ikaskuntza cede al Archivo Histórico de Euskadi una treintena de fondos de diverso origen. Entre estos elementos destacan: la colección Aramendi (39 cajas), con documentos obtenidos en el AHN y el Archivo Histórico militar; el fondo Arteaga-Aznar (6 cajas); el fondo Corral (5 cajas); el fondo Santiago Cunchillos (4 cajas); documentación sobre elecciones (32 cajas); el fondo Eva Forest-Alfonso Sastre (15 cajas); el fondo Eugéne Goyenetche (9 cajas); documentación de la coordinadora KAS (3 cajas); documentación de la Organización Revolucionaria de Trabajadores (89 cajas); y documentación sobre partidos políticos (270 cajas).
Así, estos fondos suman un "enorme" patrimonio compuesto por material proveniente de ciudadanos, partidos políticos, sindicatos, movimientos sociales y documentos obtenidos en otro tipo de archivos. Iñaki Dorronsoro ha destacado la importancia de los fondos de Santiago Cunchillos, Eugéne Goyheneche, Arteaga-Aznar o Sastre-Forest.
Por tanto, el conjunto de fondos cedidos por Eusko Ikaskuntza al Archivo Histórico de Euskadi, dependiente del Departamento de Cultura y Política Lingüística del Gobierno Vasco, constituyen un patrimonio de un "enorme valor desde el punto de vista histórico y cultural. El Archivo Histórico cuenta con las condiciones adecuadas para que todo este material pueda ser custodiado, conservado y, en su caso, difundido", ha indicado Zupiria.
Eusko Ikaskuntza, asimismo, comparte ese interés en que el conjunto de estos fondos puedan ser conservados en las mejores condiciones y difundidos. Por esta razón, ambas partes han decidido rubricar un acuerdo de cesión de los citados documentos que establece que Eusko Ikaskuntza cede gratuitamente el depósito de estos fondos.
Este convenio da soporte a uno de los programas de la política de archivos y patrimonio documental, como es el de la recuperación de fondos documentales relevantes para comprender la historia de Euskadi. El Archivo los conservará y difundirá con los mismos criterios que los fondos de archivo públicos que posee.