Los italianos Talco son unos habituales de los escenarios estatales desde hace ya algunas temporadas y, por eso, han conseguido una base de fieles en permanente crecimiento que les ha obligado hace poco a hacer doblete en Madrid con la gira de presentación de su reciente nuevo disco, And the winner isn’t (Punkchanka Records, 2018). Este viernes, el grupo ecamia sus pasos hacia la sala Jimmy Jazz, donde actuará junto a Ebri Knight. Las puertas se abrirán a las 20.00 horas, estando las entradas a disposición del público por 14 euros en anticipada y 17 en taquilla.

De esta forma, la banda dará un paso más dentro de su apretada agenda, a pesar de que Tomaso De Mattia, conocido como Dema, asegure que se han dado cuenta de que están “en un punto” en el que no tienen que “hacer más de cien conciertos al año”, según el vocalista. “No vale la pena eso. Hemos decidido subir un poco el nivel, hacer salas un poco más grandes y festivales un poco más importantes, reduciendo además el número de conciertos. Vamos a hacer 60 o 65, que tampoco son pocos, pero así organizamos mejor la gira y nuestra vida social. Es la mitad y lo vamos a notar sobre todo en nuestra vida aparte de los conciertos”, señala con cierta sorna.

And the winner isn’t está en las tiendas desde el pasado 23 de febrero y destaca por su influencia de punk rock de corte californiano, mezclado por los colores folk que recuerdan a los orígenes del grupo y que les aportan buena parte de su personalidad. Algo que para Dema es “una evolución natural”. Y aún añade: “musicalmente vimos que se añoraba un poco nuestra base punk, que es muy fuerte. Tocamos el año pasado en festivales más punk rock y ahora estamos en el imaginario como una banda que hace folk-punk. Hemos intentado consolidar esa base con este álbum y para eso lo grabamos en California. El sonido es muy californiano y americano”. Como parte de su internacionalización, Talco, que cuentan también con gran predicamento en Alemania -allí el club de fútbol St. Pauli tiene como himno su canción del mismo título-, han grabado incluso para la versión deluxe del álbum canciones en castellano y en alemán. Un gesto que para el guitarrista Emanuele Randon es “como un juego para dar las gracias” a su público en ambos países.

Con actitud expansiva, subraya Emanuele que los problemas del idioma desaparecen “si la música es buena”, puesto que “puedes viajar donde quieras” mientras cumplas esta condición. Tercia Dema en este punto para argumentar que “la gente tiene que pensar que la música es algo fácil de lo que puede disfrutar”. “La música es una forma de arte y no se trata de inventar algo nuevo, sino de llegar al público”, remata.

Su condición de viajeros incansables les da a los integrantes de Talco una visión global que lleva a Emanuele a sentenciar que “el mundo se está volviendo loco”. Y toma la palabra Dema para profundizar un poco más y plantear que “la diferencia con hace cien años es que ahora tenemos miedo a que vuelva el fascismo y tenemos Internet”. Con su habitual mensaje antirracista y antifascista, prosigue Dema señalando que “los movimientos populistas y las crisis institucionales de las democracias liberales son las mismas” ahora que en el primer tercio del siglo XX, al tiempo que recuerda que “la xenofobia vuelve gracias al populismo, que no tiene una ideología concreta, puesto que se basa en una falta de cultura”.

“Ahora la ignorancia es una virtud. Pasa eso desde Trump hasta lo último de lo último. Antes la cultura era una virtud, pero ahora es la ignorancia y eso con Internet es muy peligroso”, defiende Emanuele, al tiempo que Dema explica que por eso precisamente en sus canciones más recientes hablan de “individualismo, falta de cultura y el uso negativo de la tecnología y las redes sociales”.

Y todavía continúa Dema ahondando en su discurso: “Falta cultura y espíritu crítico. La gente intenta hacerse la foto y lanzar una idea que ha leído en cualquier sitio. La gente ahora se informa leyendo el post de su amigo en cualquier red social y eso es peligroso porque nunca más se va a leer un periódico o un libro para formarse”. “El gran problema de la sociedad actual es que no hemos comprendido las consecuencias de la Guerra Fría. Pensamos que el socialismo había perdido y ganado el neoliberalismo, la libertad de hacer todo... Estamos viviendo esas consecuencias porque la falta de moralidad y cultura la ha provocado esta liberalización que lleva a materialismo e individualismo”, defiende el cantante.

Añade, asimismo, que “el sistema económico ofrece una idea cultural que en realidad no es cultural”, al tiempo que recalca la necesidad de que la gente sea “crítica”. “Este es un ideal moral, no de la izquierda”, concluye Dema, aunque es Emanuele quien tiene la última palabra: “Hay que educar para distinguir la realidad de la ficción”. - DNA/E.P.