berlín - La película Isla de perros inaugurará hoy una Berlinale cargada de buenas intenciones, incluida la denuncia del escándalo de abusos sexuales que sacude el mundo del cine, aunque sin dejar que ello eclipse totalmente las estrellas sobre su alfombra roja.
La historia de un niño de 12 años que parte en busca de su perro, deportado por un alcalde corrupto, es la segunda incursión de Wes Anderson en el cine de animación y tendrá el honor de abrir el desfile de 19 aspirantes a los Osos, entre las que decidirá el jurado presidido por el director alemán Tom Tykwer. Será la primera vez que la Berlinale queda inaugurada con un filme de animación, doblado en su versión original por actores como Bill Murray, Edward Norton, Scarlett Johansson, Tilda Swinton y Frances McDormand. Supone, además, el regreso a Berlín de Anderson, quien en 2001 competió con Los Tenenbaums. Una familia de genios, en 2004 lo hizo con Life Aquatic y en 2014 ganó el premio especial del jurado con El gran hotel Budapest.
En los días siguientes se espera la presencia de actores como Robert Pattinson, Joaquin Phoenix e Isabelle Huppert, al frente de filmes aspirantes a premio, mientras que su colega estadounidense Willem Dafoe recibirá el Oso de Oro de Honor de la Berlinale.
espectáculo y compromiso La iniciativa impulsada en internet por la actriz alemana Claudia Eisinger, pidiendo que se tiña este año de negro la alfombra roja a modo de señal contra los abusos sexuales, no ha prosperado, pero la Berlinale se propone abordar el #MeToo en varias sesiones de debate. Su director, Dieter Kosslick, quien hace unas semanas reveló que había descartado a cineastas confesos de casos de acoso sexual, ha tenido que dar explicaciones por la inclusión en la sección Panorama del filme Human, Space, Time and Human, del surcoreano Kim Ki-duk. Una actriz imputa al realizador asiático haberla obligado a interpretar duras escenas de sexo y violencia no incluidas en el guión, en su película Moebius, pero Kosslick ha recordado que esas acusaciones fueron rechazadas por la justicia coreana el pasado año.
El #MeToo planea sobre la Berlinale, como ha ocurrido en todos los eventos recientes del mundo del cine, pero la dirección del festival aspira a cumplir un año más con su doble objetivo de brindar espectáculo y cine comprometido.
A Tykwer le auxiliarán en su labor de jurado un sólido equipo, entre cuyos miembros están el español Chema Prado, exdirector de la Filmoteca española, y la actriz belga Cécile de France. La lista de aspirantes a los osos incluye a los franceses Cédric Kahn y Benoit Jacquot, así como nuevos talentos como el paraguayo Marcelo Martinessi y el mexicano Alonso Ruizpalacios, únicos representantes latinoamericano sen una edición sin directores españoles a competición. Ruizpalacios vuelve a la Berlinale con Museo, interpretada por Gael García Bernal, después de haber ganado en 2014 el premio a la mejor ópera prima con Güeros. Martinessi competirá con su primer trabajo, Las herederas, filme apoyado por fondos de ayuda al cine joven de la Berlinale. Junto a Isla de perros, concursarán por EEUU Damsel, de David Zellner, con, Pattinson, y Don’t Worry, He Won’t Get Far on Foot, de Gus Van Sant, con Phoenix.