Vitoria - Fue en noviembre de 2010, también con la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa como escenario. En aquella ocasión, el protagonismo lo pidió El candil de la memoria. Mañana, todas las miradas estarán puestas en Cuaderno de Salburua, la nueva creación del escritor Zacarías Custodio. En concreto, la presentación se producirá a partir de las 20.00 horas, contando con la presencia de la actriz Julia Larrimbe, la poeta Mary Recio y el músico Jesús Miguel Etayo, quien también participó del acto de principios de esta década. El acceso, como suele ser habitual en estos casos, será gratuito hasta completar el aforo.
En este nuevo título, Custodio es testigo de la naturaleza y de sus recuerdos. “El tono luminoso de la primera parte funde lo preciso con la intensidad, siendo el mañana del hombre el centro del día. Cada poema genera valores semánticos diferentes a través de las diferentes luces del tiempo. En el plano de la construcción poemática se puede observar la dramática contraposición de adjetivos y conceptos antagónicos, amor, presencia vital y nostalgia, pasión para expresar el dramatismo y la dialéctica de la existencia para apresar a la experiencia con el fin principal de integrar al hombre en su destino. Dicen que el poeta debe nacer y morir en cada libro para evitar ser copia de uno mismo, dando lugar al tránsito y a la pluralidad indecible”, explica el autor.
En Cuaderno de Salburua, “el instante busca la plenitud y la dolorosa ausencia como una necesidad de encarnarse en lo absoluto, y en esta ocasión a través de la mujer y la reflexión de los tiempos y vicisitudes del amor, la fusión espiritual y carnal, después vendrá el frío el abandono y el fracaso como vértigo al vacío. El resultado de esta síntesis es el proceso de individualización, como diría Jung, y su resultado es una nueva entidad psíquica que no es el ego, sino que tiene su parte consciente e inconsciente en la armonía entre ambos llevando el simismo a un estado trans-personal y universal”.
Según el escritor, éste “es un libro que escribí hace unos diez años y al cual le tenía mucho cariño, pues no en vano fue escrito durante largos paseos por el parque” gasteiztarra, testigo y protagonista que ahora se abre a los lectores. - DNA