Madrid - La cineasta Patricia Ferreira ha dado el salto a la comedia con la producción de Atresmedia Thi Mai, una historia de amistad y de superación de la pérdida, protagonizada por tres actrices maduras: Carmen Machi, Adriana Ozores y Aitana Sánchez-Gijón, que están “en el mejor momento de sus carreras”. “Con lo difícil que es hacer una película tienes que rodearte de los mejores; ya tenía el mejor guión y busqué al mejor equipo; lo bueno fue que todos se apuntaron inmediatamente”, dijo la directora de esta cinta que llega el viernes a las salas españolas y que no solo se rodó en parte en territorio foral en noviembre de 2016, sino que la banda sonora, compuesta por Fernando Velázquez, fue grabada por la Orquesta Sinfónica de Navarra en julio del año pasado en Baluarte.

Realizadora de series de televisión tan míticas como 7 vidas o Aida, donde coincidió con Machi y con la guionista de Thi Mai, Marta Sánchez, esta cinta es la primera incursión en la comedia de Ferreira, conocida autora de dramas tan dispares como El alquimista impaciente (2002), basado en una novela de Lorenzo Silva, o Els nen salvatges (2012). “Lo fundamental es encontrar un buen guión”, afirma la directora, que tardó “hora y media” en leer el texto de Sánchez y saber “que había que hacer esa película”.

Thi Mai cuenta la aventura que lleva a tres amigas a viajar a Vietnam para buscar a la niña que han dado en adopción a la hija de Carmen, recién fallecida en un accidente de tráfico. A partir de ese momento, Thi Mai, que es el nombre de la pequeña vietnamita, se convierte en una historia de amor, esperanza, duelo y tesón que sacan adelante con enormes dosis de humor “tres mujeres adultas, rebosantes de humanidad, fuertes y decididas”. Es, además, la primera película española rodada en Vietnam. “Solo un productor muy osado te da vía libre a un proyecto así”, concede la madrileña, que cuenta “maravillas” de Hanoi, donde, un vez solventados los primeros problemas de entendimiento, todo fue “colaboración”. Los vietnamitas “son gente muy tranquila, sonriente y educada que nos hizo el día a día del rodaje fácil. En los mercados incluso movían sus puestos para hacer sitio a las cámaras”.

mujeres invisibles Cuenta Ferreira que la primera idea era hablar de los padres adoptantes; “unos héroes que se iban al otro lado del mundo a pasar un montón de dificultades, porque es un proceso muy difícil, y gastándose una enorme cantidad de dinero para lograr un sueño. Nuestras protagonistas eran unas heroínas”, resume. Las actrices, por su parte, bordan a sus personajes: mujeres que existen en la sociedad española pero que, normalmente, no protagonizan películas: una mujer despedida en el mejor momento de su vida (Sánchez-Gijón), una esposa y madre abnegada (Ozores) y una mujer que saca fuerzas de flaqueza en el peor momento de su vida (Machi). “Lo bueno es que eran tres personajes femeninos en su madurez y estas actrices están en el mejor momento de su carrera; no tenemos muchas películas así, nos estamos perdiendo un montón de historias fantásticas, más -advierte Ferreira, miembro de la Asociación de Mujeres Cineastas (CIMA)-, cuando la mayoría del público es femenino y quiere ver sus propias historias”.