Vitoria - Llega la mitad del camino, tal vez la más diferente y especial del certamen Gazte Arte. Tras la elección de los ganadores y con la mirada puesta en la exposición final que se producirá en febrero de 2018, es el momento de concretar cada uno de los proyectos seleccionados. Eso sí, desde hoy hasta el día 30, ese proceso no se va a realizar en la intimidad del taller o del estudio, sino a la vista -y en algunos casos, con la participación- de quienes estos días acudan al antiguo Depósito de Aguas. Ya hace dos años, en la primera edición de este concurso ideado para apoyar a los jóvenes en el campo de las artes visuales, las vivencias fueron muy especiales, sensaciones que a buen seguro se repetirán esta vez.
“Seguro que nos terminamos por influenciar los unos a los otros”, apunta Maiela Zurutuza, una de las personas elegidas por los comisarios de esta edición, Eloísa Montoya y Salim Malla, encargados además de tutorizar el proceso que desembocará en la mencionada muestra de febrero, que tendrá como punto de encuentro la zona alta de Montehermoso, no el depósito. Junto a ella (con Komorebi), como ya publicó este periódico, los ganadores han sido Sarai López y Leire Rojano (Monotipo Conflicto Límites Colectivo Azar Cooperación), Mikel Arranz (Ustekabeko batuketak) y Núria Pérez-Cárcamo (Papaver).
Los cinco serán quienes protagonicen el taller abierto estos días, aunque en la apertura que se producirá hoy -la cita es a las 19.00 horas- también tomarán parte los dos jóvenes creadores que han conseguido otros tantos accésit: Mikel Romero (con el proyecto fotográfico Anaglifos del siglo XXI) y Yurena Carrero (con la performance Introspección).
“Varios de los proyectos tienen en cuenta al espectador, así que la presencia de la gente va a ser importante para nosotros”, describe López, al tiempo que Malla subraya que otro de los beneficios del taller abierto pasa por el hecho de que “la ciudadanía va a poder ver, preguntar, hablar y eso va a ayudar a entender mejor el arte”. En principio, los artistas estarán trabajando de 11.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00 horas.
Propuestas Con todo, no hay que olvidar que el objetivo final es la exposición del próximo año, una muestra colectiva conformada, eso sí, por los proyectos individuales de cada uno de los ganadores de un Gazte Arte impulsado por el Servicio Municipal de Juventud.
En el caso de López y Rojano, ambas están trabajando en Monotipo Conflicto Límites Colectivo Azar Cooperación, una serie de grabados mediante la técnica del monotipo, un ejercicio plástico con el que quieren conseguir un mosaico que refleje los conflictos derivados de la comunicación.
En lo que respecta a Zurutuza, la autora da vida a Komorebi, un trabajo entre la caligrafía y el estarcido relacionando la poesía vasca con la caligrafía haiku (japonesa), una propuesta que además tomará forma final sobre papel de arroz.
Por su parte, Arranz, en Ustekabeko batuketak, pedirá a quienes acudan estos días al depósito palabras escritas y a partir de ellas, generará dibujos y esculturas.
En cuanto a Pérez-Cárcamo y Papaver, la autora, a través de una instalación que incluirá vídeo, fotografía y objetos, buscará similitudes plásticas y conceptuales entre la mujer y la naturaleza, poniendo en relieve cómo el sistema económico comercia la imagen de las mujeres.