Vitoria - Seguir construyendo puentes hacia el mundo globalizado para que los creadores vascos puedan expandir la cultura sin barreras. Es el objetivo primordial que figura en la agenda de Irene Larraza (Tolosa, 1970) para la nueva etapa que encara el Instituto Etxepare con ella al frente. La inminente marcha de Miren Arzalluz, que dirigirá el Museo de Moda Palais Galliera de París, ha obligado al Departamento de Cultura y Política Lingüística del Gobierno Vasco a mover ficha, y finalmente ha escogido a una conocedora de las entrañas de la institución.

Larraza acumula a sus espaldas una dilatada experiencia en materia cultural tanto en las instituciones públicas como en el sector privado. En declaraciones a este periódico, se mostraba ayer ilusionada por la nueva responsabilidad que se le ha encomendado, la cual estrenará el próximo mes de enero. Asume el cargo siendo consciente de que la cultura vasca vive un “momento dulce”, si bien considera que no se debe caer en la autocomplacencia porque “aún queda mucho trabajo por hacer”. Bajo su punto de vista, éxitos recientes como las 13 nominaciones que acumula la película Handia de cara a los premios Goya demuestran que “crear en euskera no es un obstáculo”. En ese mismo sentido, subraya la “vital importancia” de las políticas públicas a favor de la lengua vasca como un factor imprescindible para consolidar la senda tomada en los últimos años.

Aunque continuará con la hoja de ruta de Arzalluz, a Larraza le corresponderá poner en marcha algunas novedades decisivas en el campo de acción del Etxepare. El más importante es el inicio del programa Euskara Munduan, una red global de enseñanza de la mano de las euskal etxeak. En opinión de la nueva directora, éste es un plan trascendental, el reto de “situar a la cultura vasca en el lugar que le corresponde”. - X.G.