Areto Nagusia
10.30: Mina edo libertatea!.
11.00: Protestantismoa Euskal Herrian.
11.30: Festak, genero-harremanak eta feminismoa.
12.30: Gogoetaren Plaza.
14.00: EuskarAbentura.
16.00: Wilhelm von Humboldt eta Euskal Herria.
16.20: Bertsolarien ahoz. Modernizazio prozesua eta identitate bideak. Gipuzkoa, 1830-1936.
16.40: Eromena, azpimemoria eta isiltasuna(k) idazten.
17.00: Egungo euskal komikiaren historia.
17.30: Mendi literatura.
18.30: Gogoetaren Plaza: Sarerako sortzen.
Kabi@
11.00: Blogetan. eus
11.20: Izarkom, Euskal Herriko komunikazio operadore kooperatiboa.
11.40: Mitologik Basoa. Euskal mitologiaren museo didaktikoaren aurkezpena.
12.00: Teknologia hezkuntzan. Zeinen esku? Ardurak eta proposamenak.
16.30: Marrakeraz.
17.30: Hirikilabs.
Ahotsenea
11.00: Juan Kruz Igerabide.
11.30: Jasone Osoro.
12.00: Kepa Altonaga.
12.30: Ane Labaka eta Beatriz Egizabal.
13.00: Uxue Alberdi.
13.30: Keu Agirretxea.
16.30: Judit Ruiz de Munain, Patxi Zubizarreta eta Jokin Mitxelena.
17.00: Martin Bidaur.
17.30: Julen Ribas eta Eider Rodríguez.
18.00: Jakoba Errekondo eta Antton Olariaga.
18.30: Garazi Arrula Ruiz.
Irudienea
11.00: Bi txirula.
13.00: ‘Merlí’ telesailaren estreinaldia.
14.15: ‘Tosta’ dokumentala
15.30: ‘Laban. Mamu txikia. A ze beldurra!
18.30: ‘Joseba Sarrionaindia. Hemen eta han’ dokumentala.
Plateruena
22.30: Glaukoma.
varios ratones gigantes dan la bienvenida a Saguganbara. Están cosidos y ribeteados en materiales de distintos lugares, desde telas del mismo Durango hasta tejidos especiales de carnavales llegados desde Lanzarote. Todos ellos dicen “Sueña”, “Juega” y “Vive”. Así recibe este espacio lleno de magia y creatividad que ofrece la Azoka de Durango a su público, los más pequeños.
Las salas de este territorio acogen durante estos días numerosas actividades con el objetivo de transmitir la literatura en euskera a los niños y niñas. Pero no solo lo disfrutan ellos, también supone un punto de encuentro entre escritores, ilustradores, cantantes, bailarines, cuentacuentos, familias... En resumen, es un lugar donde fomentar la creación infantil en euskera.
Desde hace cuatro años, la encargada de decorar Saguganbara es Eider Eibar (Zornotza, 1980). Estudió Bellas Artes y animación, aunque actualmente se dedica a la ilustración. “He dibujado desde siempre, soy una persona adulta que nunca dejó de dibujar. Durante la carrera se me presentó la oportunidad de ilustrar un cuento y aquello me hizo ver que existía esa disciplina artística y lo mucho que me interesaba”, recuerda.
De su mano salen ahora las imágenes que acompañan a numerosos relatos e historias que fomentan la creatividad de muchos lectores. Este año repite como escenógrafa de un espacio en el que durante estos días participan autores como Antton Kazabon, Jokin Mitxelena, Ene Kantak, Arrate Egaña, Pello Añorga, Leire Bilbao, Maite Mutuberria, Marimar Agirre, Amaia Hennebutte...
“Trabajo con vinilos, telas? Con ellos creo elementos que narran la historia de Saguganbara: un espacio lleno de ratones curiosos por saber, aprender, jugar, disfrutar y vivir”, explica Eibar. Estos roedores aparecen en todos los recovecos de la sala, en paneles, bailando en un gramófono y hasta en una antigua bicicleta. “Los pufs que se encuentran en el suelo contienen parches de telas, cuerdas y ratoncitos pequeños dibujados que nos invitan a sentarnos y tumbarnos a leer o escuchar las mágicas presentaciones de la Azoka”, agrega la ilustradora. En el Areto Txikia, el lugar donde se realizan juegos y talleres, los niños “se convierten en ratones, todo es enorme: las tijeras, el lápiz de colores, los botones, las gafas? Todo visto desde el punto de vista de un ratoncito”.
Para la artista, todos estos detalles son importantes, ya que “la decoración puede aumentar la magia de un lugar. Viste el espacio y nos traslada donde pretende, en este caso a Saguganbara, donde entre trastos recopilados durante muchos años nos encontramos con novedades venidas de todas partes”.
Pero antes de dedicarse a la decoración y escenografía, Eider Eibar ya había participado como espectadora y artista en Saguganbara. “El espacio es perfecto para que las niñas y niños se encuentren cómodos y puedan estar atentos a las presentaciones. Hay silencio, un ambiente relajado, y el lugar tiene una moqueta y elementos colocados a la altura de los txikis. Hemos tratado que la decoración acompañe a transmitir esa calidez de un lugar cuidado donde en cualquier momento un creador puede subir al escenario y contarnos lo que quiera sobre sus novedades”, argumenta la artista. Toda esa decoración hace que los pequeños sientan “que las presentaciones están dirigidas exclusivamente a ellos, y la comunicación sea más directa”.
En cuanto a las citas programadas en Saguganbara, Eibar señala que son fundamentales para impulsar la creación: “Es un empuje necesario para la producción de ilustraciones destinadas a libros, cuentos, panfletos y otros soportes. En este tipo de eventos se reúne mucha gente y eso es muy positivo, ya que le da visibilidad y fuerza a nuestro trabajo”.
Tras la Azoka, la autora volverá a centrarse en la gestión de su proyecto Banilo, en el que realiza diseños para ser colocados en las paredes, tanto para habitaciones como para centros escolares. “También estoy organizando la agenda 2018 de talleres de creación de Banilo para bibliotecas. Le quiero dedicar el tiempo que se merece, ya que durante este año no he podido sacar el suficiente, pero lo complemento con trabajos de ilustración para libros de texto y un par de proyectos de literatura”, concluye.