“Cultura y discapacidad no se juntan todo lo que debieran”, comparte con una sonrisa. No le falta razón, ya se hable de teatro, cine, música... Ella, en su caso, ha recurrido a las letras. Desde su experiencia personal, ha querido compartir con los lectores reflexiones e ideas sobre una base fundamental: “la palabra discapacidad no tienen que ser un impedimento para luchar por tus sueños y para conseguir lo que quieres”. Así lo relata Nagore Gutiérrez en su primer libro, que ha visto la luz de la mano de Agalir Ediciones.
Hace cinco años, la realidad que hoy es Nagore, corazón sin límites empezó a tomar forma. La escritora, que tiene una cardiopatía congénita, había entrado como usuaria interna en 2011 a un centro para personas con discapacidad que está en Lardero (La Rioja). “Mi vida sufrió un cambio bastante importante. Empecé a convivir de manera diaria con personas con grandes discapacidades y limitaciones. Me empecé a plantear diferentes preguntas, pero también me di cuenta de que hay personas que a pesar de sus grandes dificultades, salen hacia adelante. Así que el libro me lo planteé porque quería que los lectores pudiesen ver que la discapacidad no es impedimento para hacer lo que quieras o para trabajar por tus objetivos”.
Eso sí, la autora aclara que “no hablo de mi enfermedad. Lo que intento transmitir es el valor humano de las personas con discapacidad que conocí allí. Estamos acostumbrados a ver por la calle a personas en sillas de ruedas o ciegas. Pero eso no es vivir 24 horas, siete días a la semana durante 4 años. Ver diariamente cómo le echan valor, para mí era un chute de adrenalina diario. Si ellos pueden, cómo no vas a poder tú. No es un libro ni para llorar ni para dar pena. Sino para transmitir y sensibilizar a la sociedad”, describe, al tiempo que remarca que “es fácil de leer y espero que la gente no tenga miedo a hacerlo”.
Prologado por Cristina González Calvar, diputada foral de Fomento del Empleo, Comercio y Turismo y de Administración Foral, el resultado final ha tomado forma ahora de la mano de Agalir. “Agurtzane Estrada e Iñaki Urdangarin han confiado mucho en mí y suya fue la idea de incorporar el testimonio de personas cercanas para que contaran cómo me ven”. Además, para Gutiérrez está el aliciente de que la editorial tenga un fin solidario (el libro sólo se puede comprar a través de su web) ya que todo lo obtenido con la venta se destina, en este caso, a la Asociación Riojana de Familiares y Amigos de Niños con Cáncer Faro. “Colaboré con ellos y me apetecía mucho hacer esto”.
Desde 2015, la escritora no acude al centro de Lardero. “Mantengo el contacto con muchos amigos íntimos, pero la vida son etapas”, apunta Gutiérrez, que tras las presentaciones del libro que ha hecho en Gasteiz -su ciudad- y Santurtzi, el próximo día 16 se encontrará con los lectores en Eibar. “Me gusta escribir pero es una afición. Tal vez sí un poco más adelante me ponga a escribir un segundo libro, nunca se sabe. Es cuestión de plantearlo. Aunque ahora quiero centrarme en éste. Ya veremos”, dice.