Vitoria - Desde los inicios de Ortzai, el grupo de teatro gasteiztarra siempre ha mostrado predilección por la época navideña, desplegando un largo ciclo de representaciones y lecturas teatralizadas que no escapan al humor -sobre todo, a través de las pantomimas- pero tampoco a la transmisión de valores y reflexiones que aunque deberían estar presentes todo el año, el común de la ciudadanía parece reducir a esta época. Por supuesto, esta despedida de 2017 y la entrada del nuevo año no van a ser una excepción. De hecho, la programación está en marcha estos días con la reposición de Cuento de Navidad, una versión del clásico de Charles Dickens que la formación estrenó hace un par de años y que ahora recupera. Es más, el montaje se va a poder ver en su sede -ubicada en la calle Pintorería- hasta este domingo con pases a diferentes horas, así como en las jornadas del 15, 16 y 17, sin olvidar que la pieza llegará el 23 a Murgia.
Coincidiendo con la mencionada última representación en la localidad alavesa, Ortzai desplegará el resto de programación prevista, llenando casi cada jornada de teatro hasta el 7 de enero. “En realidad, todos los montajes que estamos proponiendo tienen que ver con el crecimiento personal, con la necesidad de evolucionar para superar lo que nos acontece”, explica Iker Ortiz de Zárate, actor, director y fundador del grupo gasteiztarra. Sucede así, por ejemplo, en Cuento de Navidad pero también en uno de los dos estrenos de este ciclo, la versión de Mujercitas, de Louisa May Alcott.
“Hay quien considera que es una novela edulcorada, pero no es nuestro caso. Para nosotros, transmite una apuesta por la solidaridad, por avanzar desde la colaboración”, comenta Ortiz de Zárate, quien aclara que en esta adaptación a la escena, el final de la novela, aunque parecido en intenciones, no es igual en las formas. Al fin y al cabo, el papel de la mujer no es hoy el mismo que en la época que describe la novela. Llevada a la ópera, al cine, la televisión... la obra ha vivido versiones de todo tipo y para todos los gustos. Ahora se deja pasar por el tamiz de Ortzai para compartir con los espectadores reflexiones sobre el crecimiento personal, el papel de la mujer, la necesidad de encontrar compañía y apoyo en los otros...
De todas formas, el grupo de teatro va a multiplicar su oferta a lo largo de estas semanas también con otras propuestas. Será el caso de Pequeño y La Historia del Otro Rey Mago, dos montajes que se han convertido en estos últimos años casi en marcas de la casa entre las paredes de la calle Pintorería. Además, el género de la pantomima tendrá, como suele ser habitual, su espacio con dos títulos diferentes. Por un lado, volverá a ponerse en escena Cenicienta. Por otro, se estrenará Aladino. Eso sí, en ambos casos, poco que ver con lo que parte del público puede tener en la cabeza.
De hecho, a la historia del genio de la lámpara le sucederá lo mismo que a otros cuentos que han sido llevados por la compañía alavesa a este terreno. “Por supuesto, es que ya es hora de que se sepa la verdad: es que Aladino era de Vitoria, sólo que la historia no se ha contado como es hasta el momento”, sonríe Ortiz de Zárate, mientras mira la apretada agenda que tanto a él como a Ortzai le espera por delante.