Vitoria - La vigésimo primera edición del festival de cortometrajes de la capital alavesa Cortada llegó a su final ayer con las proyecciones de las secciones Hemengoak y Noche Freaky Power, así como con la entrega de premios, todo ello con el Aula Fundación Vital como escenario. En lo más alto del palmarés se sitúo el realizador Rodrigo Sorogoyen gracias a su película Madre. Cabe recordar, que el certamen gasteiztarra califica tanto para los Goya como para los Forqué, lo que todavía confiere más importancia a esta distinción otorgar por el jurado compuesto por la profesora universitaria Carmen Arocena, el director de fotografía Kenneth Oribe, la actriz Irene Bau, el realizador y periodista Miguel Parra y la directora, productora y guionista Maite Ruiz de Austri.
Además, David P. Sañudo se hizo con el premio Gureak al mejor corto vasco por la producción alavesa Aprieta pero raramente ahoga. No fue, eso sí, el único galardón de la noche. Así, la distinción para el mejor documental recayó en The Fourth Kingdom, de Adán Aliaga y Alex Lora. En lo que respecta la categoría de animación, ésta fue para Fernando Pomares por Morning cowboy.
También tuvieron su reconocimiento No jungle, de Carmen Menéndez, que se hizo con el premio Unilabur (destinado a los cortos realizados por universitarios) mientras que Itziar Beltrán de Guevara consiguió lo mismo en la sección Ehulabur (que engloba a las producciones universitarias de la UPV) con Un poeta en la ciudad. Además, Adrià Pagés y su Ringo, ganaron en la Noche Freaky Power. Por lo que respecta al galardón concedio por el público, el corto de Víctor Díaz Somoza titulado Ni una sola línea se llevó el premio otorgado por los espectadores de esta edición número 21 de Cortada.
De esta forma, se puso punto final a esta edición de Cortada, que una vez más ha contado con el respaldo del público a las distintas sesiones llevadas a cabo bajo la dirección del realizador alavés Kepa Sojo. - Efe