Madrid - El concursante “más rarete” de MasterChef Celebrity 2, el policía y piragüista Saúl Craviotto, ganó la madrugada del miércoles el talent show de TVE, y aunque dijo a Efe que tiene que “pensarse mucho” tatuarse el logo del programa, como hizo con sus hazañas olímpicas, admite que ha sido una vivencia “increíble”. “Un tatuaje hay que pensárselo mucho porque es para toda la vida -dice, riendo-. Pero sí que es verdad que ha sido algo muy intenso en mi vida, ha sido una de las mejores experiencias que he vivido y que posiblemente viva. Pero ya veremos lo que hacemos, hay que pensárselo bien”, comenta divertido el ganador.

Craviotto (Lleida, 1984), el menos farandulero del elenco de esta segunda edición de MasterChef Celebrity, se impuso el martes por la noche noche en La 1 de TVE, ante más de 3,4 millones de espectadores, a la actriz y cómica Silvia Abril, tras caer en la primera prueba de la velada José Corbacho y Patricia Montero. “Disfruté muchísimo con esa lucha porque de verdad, de corazón, tanto Silvia como yo estábamos deseando que ambos hiciésemos un platazo increíble. Los dos queríamos hacer el mejor plato y que ganase el mejor”, asegura el Policía Nacional y piragüista.

Con un menú inspirado “en sus tierras” -en Lleida, donde tiene familia, y en Asturias, donde lleva viviendo “media vida”-, Craviotto se llevó el beneplácito del jurado formado por los cocineros Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo-Nágera y Jordi Cruz. Su propuesta, que degustaron Martín Berasategui y Quique Dacosta, incluía un entrante de pez rey con pa amb tomàquet, una becada con manzana y ñoqui de maíz, y un postre compuesto por crema de frutas de la pasión y albaricoque, quenelle de helado de mango y un árbol de chocolate.

El piragüista olímpico -oro en Pekín 2008, plata en Londres 2012 y oro y bronce en Río de Janeiro 2016- se alzó así con un premio de 75.000 euros que ha donado a la Fundación Aladina que ayuda a niños y adolescentes enfermos de cáncer. “Hay muchas fundaciones que lo necesitan y podría haber sido a cualquiera, porque hay mucha gente con necesidades, pero en mi familia he sufrido el cáncer, por desgracia, y soy padre de dos niños, así que igual por esas dos razones me he decantado por esta fundación”, comenta Craviotto. Añade que la posibilidad de donar ese premio a la Fundación Aladina es una de las “mejores oportunidades” que le ha dado MasterChef Celebrity: “Si puedo ayudar a un solo niño con cáncer a que su calidad de vida sea mejor, es quizá lo más bonito que voy a hacer en mi vida”.

“Yo qué pinto aquí” “Al principio, sobre todo la primera semana, pensé en varias ocasiones yo qué pinto aquí, con toda esa tropa de cómicos, actores y demás, y yo que vengo de un deporte minoritario que quizá no es tan conocido, pues sí sentí que igual era el rarete”, comenta. Pero “según iban pasando las semanas”, continúa, se dio cuenta de que era el “único normal”, comenta riendo: “Son magníficos, en ningún momento me sentí desplazado ni muchísimo menos. Todo lo contrario, son gente súper cercana y me lo he pasado muy bien”.

El actor Miguel Ángel Muñoz abrió el palmarés de MasterChef Celebrity en su primera edición y ahora pasa el testigo a Craviotto, que ha compartido fogones con los concursantes ya citados, y con Anabel Alonso, Bibiana Fernández, Carlos Baute, Edu Soto, Juan Betancourt, Marina San José, Pepón Nieto y Usun Yoon.