Vitoria - En solitario, acaba de publicar Esperanza, aunque Ricardo Lezón regresa mañana a la capital alavesa con su grupo de toda la vida, McEnroe. Es, como él mismo describe, un concierto especial: “estamos de parón desde hace un tiempo por circunstancias de la vida. Ya sabes, las partenidades y esas cosas”, sonríe el cantante y compositor al otro lado del teléfono al charlar con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. Pero parece que algunas aguas bajan ahora un poco más tranquilas. “Tenemos muy buena relación con Alfredo y la gente de la Jimmy Jazz, así que cuando nos propusieron volver para ofrecer este concierto, nos pareció muy oportuno; va a ser una noche especial y nos apetece que sea aquí”.

Dicho y hecho. El escenario de la calle Coronación abrirá sus puertas a las 21.30 horas con las entradas disponibles por 15 euros en venta anticipada y 18 si se espera a pasar por la taquilla. No habrá teloneros, así que toda la atención se centrará en el grupo getxotarra, que completan Eduardo Guzmán, Jaime Guzmán, Pablo Isusi y Gonzalo Eizaga. “Llevamos un par de semanas ensayando en el local y la verdad es que nos encontramos con muchas ganas”.

Ni este paréntesis ni la publicación del trabajo en solitario de Lezón quieren significar nada dentro de la trayectoria del grupo. “Simplemente hemos estado en una época un tanto convulsa en lo personal” que, en cierta manera, ahora tiene su guinda en una actuación en la que los músicos harán un “recorrido por las canciones que más nos gustan de todos nuestros discos; es un ejercicio de mirar atrás”, afirma el cantante, que no rechaza la palabra nostalgia pero “sin que eso signifique tristeza, entre otras cosas porque McEnroe va a seguir”.

Eso sí, el camino emprendido en solitario también reclama su atención puesto que Lezón iniciará el próximo día 30 la gira de presentación de Esperanza, un tour que de momento pasará por Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao. “Evidentemente hay un hilo conductor entre McEnroe y este proyecto, pero aquí también he podido hacer cosas que hasta ahora no había probado con el grupo”, apunta. “El proceso de entrar solo al estudio ha sido natural. He cambiado de banda, salvo de batería. Me siento a gusto”, explica el cantante, quien comenta que la decisión de emprender una senda en solitario ha venido motivada por ese paréntesis de su formación de toda la vida aunque él tenía “temas en la cabeza y nuevas propuestas”.

Eso sí, el intérprete no quiere mirar a futuro en su carrera en solitario. “Soy muy malo haciendo planes”, ríe, aunque afirma que “me gusta lo que he sentido con la grabación de este disco”. Con todo, afirma que después de los años que lleva en la música “no noto ningún cansancio; esto me sigue ilusionando. De hecho, en McEnroe tenemos una forma especial de funcionar, no somos un grupo de ensayo dos veces por semana, sino que nos juntamos cuando nos apetece”.