La Segunda cadena de Atresmedia, La Sexta, ha puesto en órbita cuatro periodistas con mayor o menos proyección antes de su fichaje por la cadena que regaló Zapatero a su fiel José Miguel Contreras, creador con Egea, Aragón y alguno más de la célebre serie Médico de Familia. La familia Lara compró la cadena y en los últimos meses a tenor de la actualidad política, ha ido virando hacia una tele informativa bajo el mando de Antonio Ferreras que junto a Ana Pastor, Cristina Pardo y Mamen Mendizábal forman un cuarteto informador que se activa y se pone las pilas cada vez que la actualidad lo demanda. La osadía de la cadena emplazando un programa magazine de actualidad a las cinco de la tarde fue apuesta que tenía mucho de locura y riesgo. Aquella decisión ha sido recompensada por el hacer personal, único e intransferible de Mamen Mendizábal que se ha convertido en látigo fustigador de corrupciones, piruetas políticas y vacilaciones y desmentidos de las marionetas de actualidad que Mamen azota, despelleja y desnuda con inmisericorde pasión preguntadora que convierte las entrevistas en interrogatorios de tercer grado en siniestra comisaría de barrio.
Con su decir ansioso, precipitado y agitado, hace de la agresividad y del acoso interrogatorio camino para desenmascarar a pelanas de la política actual, repartiendo estopa a diestro y siniestro siguiendo la escuela del maestro Ferreras, que asiste complacido al espectáculo de Ana, Cristina y Mamen, tres fierecillas salvajes que han entendido perfectamente cómo facturar la información en estos tiempos líquidos y agitados que nos han tocado vivir y que ellas saben gestionar en formatos de larga duración, acompañadas de un excelente elenco de colaboradores y especialistas entre los que destaca el viejo periodista de tiempos analógicos, Miguel Ángel Aguilar, padre y maestro de un periodismo pausado y riguroso que los veloces tiempos que corren, no permiten desarrollar.