MADRID. "Ya se empiezan a abrir brechas en el discurso monolítico sobre lo que es la mujer y la maternidad (...) pero en el momento en el que eres madre se vuelve al discurso único de que es algo sagrado. Es bueno ver que hay formas de vivir la maternidad, es una responsabilidad, sí, pero no es nuestra misión última en la vida", afirma De la Rosa a Efe, que firma el guion.

Por eso, hablan en el cómic (cuya traducción es "Dura Maternidad") de mujeres que "no quieren renunciar a su yo aunque sean madres".

"Parece que cuando eres madre es lo único que puedes hacer. Son historias de mujeres que quieren vivir, que lloran, que sufren, que a veces son un poco desastrosas y queremos superar el tema de que somos mujeres además de todo lo que queramos ser, madres o no, profesionales o no", agrega la guionista.

Localizado en Nueva York, ciudad donde vive De la Rosa, el cómic (Lumen) se centra en el día a día de tres mujeres divorciadas que intentan hacer su vida compatibilizando su maternidad con situaciones -todas reales- como ir a una fiesta infantil llena de madres entregadas y sacar una "petaquilla" para animarse.

"Cuando Marga vino a visitarme llevaba un año separada y tenía muchas amigas que estaban solas o divorciadas. Hablamos de lo que había cambiado mi vida al ser madre. Empezamos a escribir sobre lo que me estaba pasando y bebimos del contexto que me quedaba cercano", detalla.

Eso sí, según confiesan, algunas historias han "pasado por el filtro" porque "la realidad siempre supera la ficción" y porque no querían quedarse sin amigas. "La pelirroja y la rubia saben quienes son en el cómic -exclama De la Rosa- Pero no somos tan pudorosas, nos retroalimentamos y luego nos lanzamos al vacío".

Y no lo son porque en "Hardcore Maternity" el lector se enfrentará a viñetas muy crudas, pero no exentas de motivos como en la que las tres amigas se plantean lo que querrían ser si volvieran a nacer: "Yo quiero ser millonaria", afirma la mujer morena, "Yo estéril", contesta rotunda la pelirroja.

Conversaciones reales que llevadas al cómic se convierten en una reivindicación feminista de que, como apuntan, "antes que nada somos mujeres". Por eso, según reconocen, no les importa que sean tildadas de feministas, porque lo que quieren dejar claro es que la única misión de una mujer desde que nace "no es ser madre".

"Ser madre es algo hardcore porque es un rol muy naturalizado en nuestra sociedad", matizan estas autoras que se conocieron hace años en Madrid cuando trabajaban en una agencia de publicidad, Castaño de directora de arte y Esther de copy.

Por eso el cómic ha sido su medio aliado para encontrar el equilibrio" necesario para dar a conocer estas vivencias que no se quedarán en este volumen, sino que esperan que tengan continuidad en otro libro o en el blog donde comenzaron a dar a conocer las historias de las "madres-mujeres".