Vitoria. Se trata de cuatro cartas sueltas (2, 3 y 4 de espadas y 9 de oros) de una baraja española, realizadas de forma tradicional mediante impresión por xilografía, con matriz de madera y a tres colores.
Los naipes poseen las habituales señales de uso, pero se encuentran bien protegidos y conservados en materiales adecuados para su conservación.
La donante entendía que estos naipes son "una muestra del legado cultural", que debían ser custodiados por "una institución de prestigio" y propuso que lo hiciera el Museo Fournier de Naipes, según ha informado la Diputación Foral de Álava en una nota.
De Cossío tuvo un primer contacto con el museo en 1998 para consultar la antigüedad de las cartas y obtener más información sobre ellas. El museo vitoriano las dató en torno al año 1520, aunque no se descarta que ahora un estudio técnico más completo pueda revelar información complementaria sobre su lugar de fabricación o aproximar aún más la cronología.
En la actualidad el museo tiene cinco barajas más de esta época, que también están muy incompletas. Al igual que los cuatro naipes donados hoy, las cartas del siglo XVI en poder del museo fueron halladas de forma casual insertadas "en legajos de diferente documentación antigua o en obras de remodelación de algunos palacios, iglesias y otros edificios singulares", ha señalado la diputada de Euskera, Cultura y Deporte, Igone Martínez de Luna.