valladolid - La actriz Marisa Paredes recibió el viernes la Espiga de Honor 2017 de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), junto al director mexicano Arturo Ripstein.
Tras la gala inaugural del viernes y el pase de la película La librería, de Isabel Coixet, los dos históricos del séptimo arte se reencontraron en Valladolid para hablar en rueda de prensa de lo que les supone esta distinción, de sus “miedos” profesionales y para reflexionar sobre los prejuicios de género que hay en el cine.
“En el cine siempre te asaltan las mismas dudas una y otra vez”, manifestó la madrileña, lo que compartió el director mexicano, quien definió su carrera como una “innovación constante”, como la que introdujo en el 2000 al convertirse en el primer realizador latinoamericano en grabar en formato digital.
En una edición de la Seminci donde nueve de las veinte películas de la sección oficial han sido dirigidas por mujeres, el director y la actriz abordaron las diferencias de género aún presentes en el mundo del cine y que provocan que “a las mujeres se les exija mucho más que a los hombres”, según Paredes.
Unos argumentos que Ripstein ha hecho suyos, aunque él ha precisado que no cree necesario realizar una distinción entre películas hechas por mujeres o por hombres.
Tampoco dejó pasar la oportunidad la que fuera presidenta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas entre el 2000 y 2003 de criticar las “repugnantes” noticias sobre abusos sexuales cometidos por Harvey Weinstein.
Según Paredes, no sólo son “condenables” estos “terribles casos” de abusos a mujeres en el mundo del cine, sino también la “hipocresía” que hay porque “todo el mundo sabe que se producen y nadie se atreve a abrir la boca”. - Efe