valladolid - La perseverancia y el coraje son las cualidades que encarna la protagonista de la última película de Isabel Coixet, La librería, que ayer subió el telón de la 62 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), en una edición marcada por la mayor presencia femenina de toda su historia que ofrecerá 65 cortometrajes en sus diferentes secciones, de los cuales, 13 competirán en la Sección Oficial por las espigas de Oro y Plata, dotadas con 6.000 y 3.000 euros y otros 15 participarán en Punto de Encuentro, incluidos cuatro que integran La Noche del Corto Español.
Una historia basada en el libro homónimo de la escritora inglesa Penelope Fitzgerald fue la seleccionada por el festival para inaugurar una edición que pretende dar “el poder a las mujeres”, tal y como destacó ayer el director de la Seminci, Javier Angulo, momentos antes de dar la palabra a los protagonistas de este primer pase del festival. Un “empoderamiento” del género femenino en el mundo del cine que ayer Coixet también reivindicó, pues, aunque “no todas las mujeres son genios, sí que tenemos derecho a ser mediocres”, dijo la directora catalana, quien también aseguró que no sabe si un mundo más igualitario sería “mejor o peor”, pero “sí sería más justo”.
Precisamente estas máximas son las que lleva a la pantalla la actriz británica Emily Mortimer, quien encarna la piel de una mujer, Florence Green, en el ecuador de su vida que decide tomar las riendas de su futuro y se aventura a regentar una librería en un pequeño pueblo inglés (Hardborough), sueño que compartía con su difunto marido. Sin embargo, “al igual que en mundo real”, la señora Green pronto descubrirá que “el mundo no es normal” y que siempre hay “argumentos para amargarse la vida, aunque en eso consiste vivir, en levantarse y seguir”, reflexionó Coixet, quien reconoció que desde que este proyecto llegó a sus manos, no ha podido evitar ver reflejada su vida en la protagonista de su film.
Pero estos pasos firmes y decididos de la protagonista encaminados a abrir la librería no contarán con el beneplácito de toda la población local, en especial con el de una aristócrata local a la que da vida Patricia Clarkson, lo que sitúa a la protagonista en una encrucijada donde a muy pocos puede llamar amigos. Entre ellos se encuentra el señor Brundish, encarnado por Bill Nighy, un sensible e introspectivo amante de la literatura que defiende el coraje de la librera, una profesión que el actor reivindicó de manera ferviente y que reconoció que es una de sus “pasiones”.
Sobre la presencia del actor inglés, quien anteriormente interpretó a Davy Jones en la saga Piratas del caribe, Coixet reconoció que es el “sueño húmedo de cualquier director”, un actor capaz de interpretar “hasta a una silla” que esconde en su mirada un “mundo turbulento y el prototipo de carácter inglés”. Precisamente este modo de ser de los ingleses, caracterizado por la contención de los sentimientos, es el que inunda toda la película y los pasos de cada uno de los protagonistas de este film y más enmarcados en el contexto social de la Inglaterra que acababa de salir de la Segunda Guerra Mundial.
Con esta coproducción española y británica, Isabel Coixet sube un telón de la Seminci que ella misma bajó hace dos años con su película Nadie quiere la noche, esta vez, con una historia que pretende que dé “la vuelta al mundo” y que “pronto” llegará a los festivales europeos, aunque ella misma precisó que “el estreno mundial se ha producido aquí, en Valladolid”. Una ciudad que “siempre” ha mostrado “todo su cariño” con la directora, que subrayó que nunca ha dejado de sentirse “barcelonesa, catalana, española y europea”, en referencia a la situación en Cataluña.
entrega de espigas de oro El actor, director, guionista y humorista José Corbacho fue el encargado de conducir, acompañado de la actriz Marta Nieto, la gala inaugural de la 62 Semana Internacional de Cine de Valladolid. La gala se celebró en el Teatro Calderón de la capital y en ella recibieron la Espiga de Oro de Honor el cineasta mexicano Arturo Ripstein y la actriz española Marisa Paredes. - Efe