Donostia - El californiano James Franco consiguió anoche el máximo galardón que concede el Festival de Cine de San Sebastián para su película The Disaster Artist, un homenaje al cine hecho por amor y la prueba de que “los sueños se consiguen”. “En estos tiempos de locura espero que sirva para poner un poco de luz e inspiración”, dijo Franco en el escenario del Kursaal al recoger el premio, que agradeció en castellano y en euskera. “Todos estamos locos y tenemos grandes sueños”, añadió. Franco, que también protagoniza la película, aseguró que nunca olvidará su paso por San Sebastián, entre otras cosas porque tuvo que pasar la noche previa en el hospital acompañando a su novia, que tuvo “un problema”. Franco, que precisó el origen portugués de su apellido provocando las risas en la sala de prensa, compartió su sorpresa porque una comedia reciba el máximo galardón de un festival como el Zinemaldia. Para él la película tiene “un alma dramática”, aunque tenga “muchas situaciones divertidas” y el protagonista sea “un personaje inusual que te hace reír”.

Por una vez, críticos, público y jurado del Festival de Cine, presidido por John Malkovich, coincidieron en las virtudes de un filme que, sin revolucionar el lenguaje narrativo, ni sorprender con formatos o colores, ha cumplido con la misión más infalible: es muy divertida. Una película que no solo tiene fecha de estreno, el 26 de enero de 2018, sino también prevista su distribución mundial como probable candidata a los Oscar.

El año de Argentina en el Zinemaldia no pudó terminar de mejor manera: la directora Anahí Berneri logró el galardón como la mejor realizadora, un hito en la historia del Festival ya que en los 65 años de trayectoria es la primera vez que lo gana una mujer latinoamericana. Y su actriz protagonista, Sofía Gala, se llevó la Concha de Plata por su extraordinaria composición en la misma película, Alanis, de una joven prostituta y madre, toda dignidad y sentido común.

Con mucha más expectación se esperaba el regreso del equipo de Loreak, la primera cinta en euskera que llegó a las puertas del Oscar; Jon Garaño, Aitor Arregi y Josemari Goenaga, directores y productores según lo pida la historia, han convencido con su gigante. Handia, que se llevó el premio Irizar al cine vasco y el Premio Especial del Jurado, cuenta con la dulzura de Eneko Sagardoy para componer a un hombre solitario y diferente, un gigante que se oye crecer, una persona que se resiste al cambio mientras su hermano Martín, Joseba Usabiaga, simboliza todo lo contrario. “Lo de hoy no se puede de describir. Somos los campeones del mundo recibiendo este premio porque para nosotros es todo”, dijo Garaño, que recordó, al recoger su premio, que este es un festival con el que “han crecido”, y destacó especialmente haber podido competir en Sección Oficial, en 2014, con Loreak.

Además, el rumano Bogdan Dumitrache se llevó la Concha de Plata al Mejor Actor por la extraordinaria transformación que experimenta el protagonista de Pororoca, del director Constantin Popescu, donde interpreta a un padre que colapsa emocionalmente tras la desaparición de su niña. - Efe